LA FÁBRICA DE CERÁMICOS ILVA, UBICADA EN EL PARQUE INDUSTRIAL DE PILAR, ANUNCIÓ EL CESE DE ACTIVIDADES Y DESPIDOS QUE AFECTARÍAN A UNOS 300 TRABAJADORES, MIENTRAS EL PERSONAL MANTIENE UN ACAMPE EN PROTESTA POR EL PAGO FRACCIONADO DEL AGUINALDO Y LA AMENAZA DE RECORTES LABORALES. EL GREMIO CERAMISTA DENUNCIA UN "LOCKOUT PATRONAL" Y EXIGE LA REINCORPORACIÓN DE LOS EMPLEADOS.
Pilar, 2 de septiembre de 2025 – La fábrica de cerámicos ILVA, ubicada en el Parque Industrial de Pilar, se encuentra en el centro de un conflicto laboral que mantiene en vilo a unos 400 trabajadores y sus familias. La empresa comunicó el viernes pasado el cierre intempestivo de la planta y el inicio de despidos masivos, que podrían alcanzar a 300 empleados, equivalente a la totalidad de su línea de producción. Además, los trabajadores denuncian que la compañía adeuda el pago completo del aguinaldo, fraccionado en tres cuotas desde junio, lo que ha desatado una ola de protestas y un acampe frente a las instalaciones.
El conflicto comenzó a escalar cuando, el viernes por la tarde, la gerencia de Recursos Humanos informó a los empleados que los portones de la fábrica se cerrarían por "falta de materia prima", según relataron los trabajadores a medios locales. Desde entonces, la planta permanece cerrada con candados, y los operarios, organizados bajo el Sindicato de Ceramistas (FOCRA), mantienen una vigilia para evitar la remoción de maquinaria y visibilizar su reclamo. "La planta está parada, cerrada con candados, y nosotros acampando afuera", afirmó Marcelo Barrionuevo, delegado sindical con 25 años de antigüedad en la empresa. "Nuestro objetivo como sindicato es pelear por la fuente laboral, porque atrás de cada trabajador hay una familia", añadió.
El malestar gremial no es nuevo. Durante el primer semestre de 2025, ILVA ya había implementado suspensiones rotativas que afectaron a 280 operarios y decidió pagar el aguinaldo en cuotas (junio, julio y agosto), una medida que generó fuerte rechazo entre los trabajadores. "Entendemos que las ventas bajaron, pero la empresa no nos acompañó en algo esencial como el aguinaldo", señaló Barrionuevo, quien también cuestionó la reciente inversión de la compañía en modernizar la planta y su enfoque en exportaciones, lo que contradice los argumentos de crisis económica. Desde el gremio, se denuncia que la empresa busca acogerse al artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo para pagar solo el 50% de las indemnizaciones, una maniobra que consideran injusta.
Además, FOCRA alertó sobre un intento de la empresa de reformar las condiciones laborales, pasando del actual régimen "4x4" (cuatro días de trabajo de 12 horas seguidos de cuatro días de descanso) a un "6x1", que implicaría menos horas diarias pero una reducción salarial del 30%. Esta reforma también eliminaría beneficios como el comedor, el transporte y la cobertura médica, según fuentes sindicales. "Esto no es solo un despido masivo, es un ataque directo a nuestras condiciones de trabajo", afirmó Juan Flores, delegado con 17 años en la planta, quien confirmó que hasta el lunes al menos 35 trabajadores ya habían recibido telegramas de despido.
El conflicto se enmarca en un contexto económico adverso para la industria ceramista, golpeada por la caída de la demanda interna, el aumento de costos y la apertura de importaciones. Según un informe de la Confederación de Sindicatos Industriales (CSIRA), la producción industrial cayó un 9,4% en 2024, con pérdidas significativas de empleo en sectores como la construcción. Sin embargo, los trabajadores de ILVA sostienen que la empresa no justifica una situación de crisis extrema, ya que recientemente adquirió maquinaria por millones de euros. "Notamos una baja en las ventas por la competencia de productos importados, pero no es para cerrar la planta", explicó Flores.
Este martes, representantes de los trabajadores se presentarán en una audiencia en la delegación local del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires para exigir el cese de los despidos, la reincorporación de los cesanteados y el pago completo de las indemnizaciones. Barrionuevo adelantó que insistirán en una audiencia presencial, pese a la presión de la empresa para realizarla de manera virtual. Mientras tanto, el acampe en las puertas de la fábrica continúa, con los trabajadores organizados en guardias para sostener la protesta. "Somos 300 familias que dependemos de este trabajo. Queremos seguir trabajando, no quedar en la calle", expresó Lucas Duarte, otro delegado gremial.
El caso de ILVA se suma a una ola de cierres y despidos en el Parque Industrial de Pilar, donde empresas como Kimberly-Clark y Ferrum también han reducido personal o paralizado operaciones. Desde el gremio, señalan que la crisis trasciende a ILVA y refleja una situación más amplia que afecta a la industria nacional. "No solo ILVA está en riesgo, ya hemos visto casos de otras empresas que cerraron. Esto es parte de una crisis más amplia", afirmó Duarte, quien llamó a las autoridades a intervenir para proteger los puestos de trabajo.
La incertidumbre reina entre los ceramistas, muchos de ellos con más de 15 o 20 años de antigüedad y residentes de Pilar, Presidente Derqui, Villa Rosa y José C. Paz. Mientras esperan definiciones en la audiencia laboral, los trabajadores reafirman su compromiso de lucha: "No vamos a bajar los brazos. Queremos que la planta reabra y que se respeten nuestros derechos", concluyó Barrionuevo.