EL SINDICATO DE MECÁNICOS Y AFINES DEL TRANSPORTE AUTOMOTOR (SMATA) EXPRESA PROFUNDA PREOCUPACIÓN POR EL NUEVO RECORTE DE PERSONAL EN LA PLANTA DE ALVEAR, SANTA FE, QUE REDUCE EL PLANTEL LABORAL EN MÁS DEL 40% EN MENOS DE DOS AÑOS, AFECTANDO A CIENTOS DE FAMILIAS TRABAJADORAS EN UN CONTEXTO DE CAÍDA PRODUCTIVA Y POLÍTICAS ECONÓMICAS ADVERSAS.
En un nuevo golpe al empleo industrial, General Motors Argentina ha desvinculado a 90 operarios de su planta en Alvear, mediante un esquema de retiros voluntarios. Esta medida, implementada en los últimos días, eleva el total de bajas a casi la mitad del personal original, pasando de más de 1.000 trabajadores a aproximadamente 600 en menos de dos años. Desde SMATA, el gremio que representa a los mecánicos automotores, se advierte que esta reducción no es un hecho aislado, sino parte de un ajuste sistemático impulsado por la caída en la producción y las ventas, tanto en el mercado interno como en exportaciones a Brasil.
El delegado sindical de SMATA en la planta, en declaraciones recientes, ha manifestado que "la producción ha caído estrepitosamente, generando una incertidumbre total sobre el futuro de la terminal". El sindicato destaca que estos retiros, aunque presentados como voluntarios, responden a presiones económicas y a la falta de inversiones por parte de la multinacional, agravadas por el contexto macroeconómico argentino. Con la inflación y la recesión impactando el sector automotriz, las familias de los afectados enfrentan un panorama desolador: pérdida de ingresos estables, dificultades para reinsertarse laboralmente y el deterioro de las condiciones de vida en la región.
SMATA ha convocado asambleas internas para evaluar respuestas colectivas, recordando acciones previas como el "quite de colaboración" en protestas por despidos similares. El gremio exige a la empresa un plan de reactivación que priorice el empleo y la producción local, en lugar de ajustes que benefician solo a los accionistas. Además, critican las políticas gubernamentales que, según el sindicato, favorecen la importación y desprotegen la industria nacional, profundizando la crisis que ya ha afectado a miles de trabajadores en el sector.
Esta situación en General Motors se enmarca en un retroceso industrial más amplio en Santa Fe, donde otras terminales también reportan suspensiones y bajas. SMATA insta a las autoridades a intervenir para preservar los puestos de trabajo, enfatizando que "el empleo digno es un derecho irrenunciable". Mientras tanto, los operarios desvinculados reciben indemnizaciones, pero el gremio advierte que esto no compensa el impacto social y económico a largo plazo.
En resumen, este nuevo recorte subraya la urgencia de un diálogo tripartito entre empresa, gremio y Estado para salvaguardar la industria automotriz y el bienestar de los trabajadores. SMATA se mantiene en alerta, listo para defender los derechos laborales ante cualquier escalada.
