EL GOBIERNO CONVOCA AL CONSEJO DEL SALARIO ANTE LA PRESIÓN GREMIAL POR LA INFLACIÓN DESCONTROLADA

LA CGT Y LAS CTA EXIGIRÁN UN AUMENTO SUSTANCIAL DEL SALARIO MÍNIMO EN LA REUNIÓN DEL 29 DE ABRIL, EN UN CONTEXTO DE INFLACIÓN GALOPANTE QUE PULVERIZA EL PODER ADQUISITIVO DE LOS TRABAJADORES.



El Gobierno nacional, a través de la Resolución 1/2025 firmada por la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, convocó a las centrales sindicales CGT y CTA, junto a representantes empresarios, a una reunión del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil. El encuentro, pautado para el 29 de abril a las 12:30 en modalidad virtual, busca fijar un nuevo piso salarial y actualizar los montos de la prestación por desempleo, en medio de una inflación que no da tregua y que ha erosionado drásticamente los ingresos de los trabajadores.

Desde la Confederación General del Trabajo (CGT), liderada por Héctor Daer y Pablo Moyano, se anticipa una postura firme: los gremios exigirán un aumento que permita recuperar el poder adquisitivo perdido. El salario mínimo actual, de $296.832, apenas cubre el 60% de la canasta básica alimentaria, según estimaciones de la CTA de los Trabajadores. “La inflación acumulada en 2024 superó el 107%, mientras que el salario mínimo solo creció un 74%. Esto es insostenible para los trabajadores, que ven cómo sus ingresos se desvanecen frente a los precios”, afirmó Hugo Yasky, titular de la CTA.

La reunión llega tras meses de tensiones entre el Gobierno de Javier Milei y las centrales sindicales, marcadas por la falta de acuerdos en convocatorias previas. En diciembre de 2024, la CGT y las CTA propusieron elevar el salario mínimo a $572.000, una cifra que duplicaba la oferta empresarial de $278.000 y que finalmente no prosperó, obligando a la Secretaría de Trabajo a laudar por decreto un aumento insuficiente de $271.571. “El Gobierno y los empresarios se alinean para mantener el salario mínimo en niveles de miseria, rompiendo con la tradición de diálogo tripartito”, denunció Hugo “Cachorro” Godoy, líder de la CTA Autónoma.

El contexto económico agrava la situación. Según el Centro CIFRA de la CTA, el salario mínimo actual tiene un poder de compra 32,1% menor que en noviembre de 2023, antes de la devaluación impulsada por el Gobierno. Comparado con 2015, la pérdida acumulada supera el 56%. “Estamos ante un retroceso histórico. El salario mínimo no solo está por debajo de la línea de indigencia, sino que ni siquiera permite cubrir necesidades básicas”, señaló un informe del organismo.

Para los gremios, la reunión del 29 de abril es una oportunidad crucial, pero también un desafío. La CGT ya adelantó que no aceptará incrementos escalonados que queden rezagados frente a la inflación proyectada por el REM-BCRA (9,2% en mayo, 8,2% en junio). “Vamos a pelear por un aumento que equipare el salario mínimo con la canasta básica total, que hoy supera los $700.000 para una familia tipo. No podemos seguir subsidiando la ganancia empresarial con el hambre de los trabajadores”, aseguró Daniel Catalano, referente de ATE-Capital y la CTA.

Por su parte, el sector empresarial, liderado por la Unión Industrial Argentina (UIA), insiste en incrementos moderados, argumentando las dificultades económicas de las pymes. En la última reunión, ofrecieron una suba del 8,8%, considerada “vergonzosa” por los sindicatos. “Los empresarios siempre alegan crisis, pero las grandes corporaciones siguen registrando ganancias récord. Es hora de que la riqueza se distribuya”, retrucó Yasky.

La reunión será presidida por la subsecretaria de Relaciones del Trabajo, Claudia Testa, y se espera una negociación tensa. De no alcanzarse un acuerdo, está prevista una segunda sesión el mismo día a las 14:00. Sin embargo, los antecedentes de 2024, donde el Gobierno laudó unilateralmente en tres ocasiones, generan escepticismo entre los gremios. “Si el Ejecutivo insiste en imponer un aumento miserable por decreto, la respuesta será en las calles. La CGT y las CTA no vamos a quedarnos de brazos cruzados”, advirtió Moyano, en referencia a la marcha convocada por la CGT para el 1 de mayo.

El resultado de esta negociación no solo impactará a los 400.000 trabajadores fuera de convenio que perciben el salario mínimo, sino también a programas sociales como Potenciar Trabajo, Becas Progresar y la Asignación Universal por Hijo, cuyos montos están atados al SMVM. En un país donde la pobreza supera el 40%, según el INDEC, la definición del nuevo piso salarial es un termómetro de la conflictividad social que se avecina.


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