EL CENTRO DE PROFESIONALES POR LOS DERECHOS HUMANOS (CEPRODH) EXPUSO CÓMO VERÓNICA VARA, TITULAR DEL GRUPO LEÓN FORTE S.A.U., DESMANTELÓ LA ÚNICA PLANTA DE TDI EN LATINOAMÉRICA, DESPIDIENDO A MÁS DE CIEN TRABAJADORES Y PRIORIZANDO NEGOCIOS INMOBILIARIOS DE LUJO. SPIQYP, EN UNIDAD, RECHAZA FLEXIBILIZACIONES Y LUCHA POR LA REINSTALACIÓN Y EL PAGO DE INDEMNIZACIONES.
El Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) publicó una investigación que revela el vaciamiento planificado de la histórica planta de Petroquímica Río Tercero (PR3) por parte de Verónica Vara, titular del Grupo León Forte S.A.U. (ex Grupo Piero). En pocos meses, la única productora de TDI (tolueno diisocianato) en Latinoamérica pasó de anunciar inversiones millonarias a despedir a más de un centenar de trabajadores, solicitar la eliminación de medidas antidumping que protegían la producción nacional y sustituirla por importaciones. Mientras tanto, el grupo empresarial destinaba recursos a proyectos inmobiliarios de lujo “apto blanqueo”, como Bliss Buenos Aires, y mantenía vínculos con sociedades offshore expuestas en los Panamá Papers. Todo esto, según el CeProDH, ocurrió con la pasividad o complicidad de sectores de la dirigencia política local y nacional.
En un comunicado, el grupo empresarial, bajo la marca Bitali, intentó justificar su reestructuración: “Con el objetivo de mejorar el bienestar de las personas, Bitali consolida su liderazgo en la industria de colchones y se diversifica hacia nuevos negocios”. Javier Arriola, CEO de Bitali, afirmó: “Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo; el descanso es una experiencia que hace al bienestar. Queremos expandirnos y que las personas encuentren su equilibrio a través de nuestras soluciones”. Sin embargo, para el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQyP), estas declaraciones encubren un proceso de desmantelamiento que afecta directamente a los trabajadores y a la soberanía industrial del país.
En una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo, la patronal propuso flexibilizar condiciones laborales, desconociendo el convenio colectivo y derechos básicos como la salud y la seguridad. Gracias a la presión de los trabajadores, que concentraron en la portería de PR3 junto a organizaciones sindicales y sociales de la provincia, la empresa accedió a abrir mesas informales esta semana para resolver el conflicto. SPIQyP fue categórico: “No aceptaremos ninguna discusión que no incluya la reinstalación de los compañeros y compañeras, además de garantizar el 100% de las indemnizaciones”. Este avance, según el sindicato, es un triunfo de la unidad obrera.
Dentro de la planta, los trabajadores mantienen una asamblea permanente de 12 horas, reafirmando su compromiso de no ceder. “No daremos un solo paso atrás”, declararon. SPIQyP ya se organiza para la próxima audiencia, programada para el lunes 18 de agosto a las 11 horas, donde volverán a demostrar que “la unidad es el camino”.
Con consignas como “¡La Petro es de los trabajadores!” y “¡No al cierre de PR3!”, el sindicato llama a sostener la lucha contra el vaciamiento y por la defensa de los puestos de trabajo. La investigación del CeProDH y la resistencia de SPIQyP evidencian un conflicto que trasciende lo laboral, poniendo en cuestión el modelo de desindustrialización y precarización que afecta a la clase trabajadora y al desarrollo productivo del país.