EL GREMIO DE LOS CHOFERES DE TRANSPORTE PÚBLICO ANUNCIÓ UNA MEDIDA DE FUERZA DE 24 HORAS EN EL AMBA TRAS EL FRACASO DE LAS NEGOCIACIONES PARITARIAS CON LAS CÁMARAS EMPRESARIAS, EN UN NUEVO CAPÍTULO DE LA LUCHA POR LA RECOMPOSICIÓN SALARIAL FRENTE A LA INFLACIÓN.
La Unión Tranviarios Automotor (UTA), conducida por Roberto Fernández, confirmó este miércoles la realización de un paro de colectivos de 24 horas para el viernes 28 de marzo de 2025 en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La medida de fuerza, que comenzará a las 00:00 horas, responde a la falta de avances en las negociaciones paritarias con las cámaras empresarias del sector y la Secretaría de Transporte, en un contexto de creciente malestar gremial por la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
El anuncio se formalizó tras una audiencia clave en la Secretaría de Trabajo, donde los representantes de la UTA esperaban una oferta concreta de incremento salarial que compensara el impacto de la inflación en los ingresos de los choferes. Sin embargo, las empresas argumentaron que no cuentan con los recursos necesarios para realizar mejoras, amparándose en la Resolución 8/2025 de la Secretaría de Transporte, que proyecta la ausencia de incrementos salariales para el sector hasta junio de 2025. Esta postura fue calificada por el sindicato como “inaceptable” y un “deslinde de responsabilidad” que agrava el conflicto.
En un comunicado oficial firmado por Roberto Fernández, la UTA expresó su frustración: “Ante la negativa empresaria a realizar algún ofrecimiento de incremento salarial y la pasividad de las autoridades, nos vemos obligados a disponer un paro de actividades por 24 horas a partir de las 0.00 del viernes 28 de marzo”. El texto también subraya que la medida es una respuesta directa a “la destrucción del salario”, que afecta no solo a los trabajadores del transporte, sino también al sustento de sus familias.
Desde el gremio señalaron que las tres audiencias previas con las cámaras empresarias y el Gobierno concluyeron sin resultados positivos, lo que llevó a la radicalización de la protesta. “Los funcionarios de Transporte se esconden y nos llevan a un conflicto evitable, sin resolver la estructura de costos ni garantizar la recomposición salarial que los trabajadores merecemos”, denunciaron. Además, criticaron la falta de actualización de los subsidios al sector, que, según las empresas, limita su capacidad de negociación.
El paro afectará a millones de usuarios del transporte público en el AMBA, con la excepción de las líneas operadas por el Grupo DOTA, que no adherirán a la medida. Entre las líneas que sí participarán se encuentran la 22, 114, 129, 143, 145, 148, 159, 219, 300, 338, 372, 382, 383, 406, 500, 584, 603, 619 y 620, entre otras. La UTA anticipó que el cese de actividades será total en las líneas afiliadas, lo que generará un impacto significativo en la movilidad urbana.
A pesar de la confirmación del paro, fuentes gremiales indicaron que aún existe la posibilidad de que el Gobierno intervenga con una conciliación obligatoria, una herramienta que suspendería la medida por 15 días hábiles y obligaría a las partes a retomar el diálogo. “Estamos atentos a cualquier novedad, pero nuestra prioridad es defender los derechos de los trabajadores”, afirmó Gabriel Gusso, dirigente de la UTA, en una entrevista radial.
El conflicto se enmarca en un clima de tensión gremial más amplio. La UTA ya confirmó su adhesión al paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el próximo 10 de abril, en rechazo a las políticas económicas del gobierno nacional. Desde el sindicato advierten que, sin respuestas concretas, las medidas de fuerza podrían intensificarse en las próximas semanas. “No vamos a permitir que se siga pisoteando el salario de los trabajadores del transporte”, sentenciaron.
Mientras tanto, los usuarios del AMBA se preparan para un viernes sin servicio de colectivos, a la espera de una resolución que, por ahora, parece lejana. La pulseada entre el gremio, las empresas y el Gobierno pone en evidencia las dificultades para alcanzar acuerdos en un sector clave para la vida cotidiana de millones de argentinos.
PRINCIPALES LÍNEAS QUE FUNCIONARÁN Y QUE NO FUNCIONARÁN