LOS SINDICATOS DE LOS MUNICIPIOS BONAERENSES PRESIONAN POR ADELANTAR PARITARIAS ANTE LA CRISIS SALARIAL

SINDICATOS MUNICIPALES DE SAN MIGUEL, VICENTE LÓPEZ, PILAR Y CORONEL PRINGLES EXIGEN LA APERTURA URGENTE DE NEGOCIACIONES SALARIALES PARA CONTRARRESTAR EL IMPACTO DE LA INFLACIÓN Y RECUPERAR EL PODER ADQUISITIVO PERDIDO EN 2024.




En un contexto de creciente inflación y deterioro económico, los sindicatos municipales de varios partidos de la provincia de Buenos Aires han elevado un pedido conjunto para adelantar las paritarias previstas para 2025, buscando una respuesta inmediata a la crítica situación salarial de los trabajadores del sector público local. Entre los distritos que lideran esta iniciativa se encuentran San Miguel, Vicente López, Pilar y Coronel Pringles, cuyos gremios han formalizado solicitudes a sus respectivos ejecutivos municipales para iniciar negociaciones antes de lo estipulado originalmente.

La Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO), que agrupa a estas organizaciones bajo el liderazgo de Rubén "Cholo" García, ha respaldado plenamente el reclamo, calificando la situación económica como "desastrosa" para los empleados municipales. Según datos publicados por la propia federación, en enero de 2025 la canasta básica para no caer en la pobreza alcanzó los $1.033.715, mientras que el ingreso básico de indigencia se situó en $453.384. En este marco, el salario mínimo vital y móvil representa apenas el 64,5% de la línea de indigencia y el 28,2% de la canasta familiar, evidenciando un profundo desfase entre los ingresos y las necesidades esenciales.

Los sindicatos argumentan que la inflación acumulada en 2024, combinada con el impacto de las políticas de ajuste impulsadas desde el gobierno nacional, ha erosionado significativamente el poder adquisitivo de los trabajadores municipales. "No podemos esperar más; los sueldos están retrasados y las familias no llegan a fin de mes", manifestó un representante del Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López, reflejando el sentir generalizado entre los gremios. Además, se reclama que las negociaciones contemplen incrementos que superen el Índice de Precios al Consumidor (IPC) proyectado, así como la incorporación de bonos extraordinarios y mejoras en condiciones laborales, como el pase a planta permanente de personal precarizado.

En San Miguel y Pilar, los sindicatos han destacado la necesidad de un ajuste urgente para evitar conflictividad social en el arranque del año, mientras que en Vicente López se subrayó el antecedente de un acuerdo del 100% en 2023 como referencia para las actuales demandas. Por su parte, en Coronel Pringles, gobernado por el intendente Lisandro Matzkin, la relación entre el municipio y los trabajadores atraviesa tensiones adicionales debido a conflictos previos, lo que ha intensificado la presión sindical.

La solicitud de adelantar las paritarias no es un hecho aislado. Otros municipios bonaerenses, como La Plata, José C. Paz y Malvinas Argentinas, también han visto planteos similares, aunque con distintos grados de avance. En Balcarce, por ejemplo, se logró un acuerdo reciente con aumentos mensuales superiores al IPC, mientras que en Tandil las negociaciones siguen en curso con pedidos de un 15% de incremento y un bono de $200.000 por el Día del Trabajador Municipal. Estos casos refuerzan la tendencia de los gremios a buscar soluciones inmediatas frente a un escenario económico adverso.

Desde FESIMUBO se ha hecho hincapié en dos demandas históricas basadas en la Ley 14.656, sancionada hace una década: la creación de una paritaria nacional municipal, similar a la docente, y la garantía de condiciones equitativas en todos los distritos. En La Plata, el secretario general del sindicato local, Gustavo Hernández, señaló las dificultades para establecer un Convenio Colectivo de Trabajo durante la gestión anterior de Julio Garro, lo que dejó a los trabajadores en desventaja. En contraste, Morón ha mostrado avances con la apertura de una junta calificadora para ascensos y recalificaciones, un ejemplo que otros municipios podrían replicar.

La respuesta de los ejecutivos municipales varía. Mientras algunos intendentes han expresado disposición al diálogo, como en Quilmes (que acordó un 9% para el semestre), otros enfrentan resistencias presupuestarias agravadas por la falta de aprobación del Presupuesto 2025 en la Legislatura bonaerense y los recortes de fondos nacionales. La incertidumbre se suma a la presión de los sindicatos, que advierten con medidas de fuerza si no hay avances concretos en los próximos días.

Este movimiento refleja la urgencia de los trabajadores municipales por recuperar terreno perdido y pone de manifiesto las tensiones entre las políticas de ajuste nacionales y las necesidades locales. El desenlace de estas negociaciones podría sentar un precedente clave para el resto del año en la provincia de Buenos Aires.


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