OSPIQYP: FALSIFICACIONES, ALLANAMIENTOS, INSOLVENCIA, DESAFILIACIONES Y UN CONCURSO PREVENTIVO QUE PENDE DE UN HILO

LA OSPIQYP ENFRENTA UNA GRAVE CRISIS INSTITUCIONAL Y ECONÓMICA, LA CUAL SE AGRAVA CON POR SOSPECHAS DE FALSIFICACIÓN DE LA FIRMA DE MÓNICA RODRÍGUEZ, REVISORA DE CUENTAS, LO QUE PODRÍA ANULAR EL CONCURSO PREVENTIVO POR INSOLVENCIA. LA SITUACIÓN SE COMPLICA CON LA DESAFILIACIÓN DE UN SINDICATO QUÍMICO DE LA FATIQYP. TAMBIÉN SE HAN DENUNCIADO CASOS DE VIOLENCIA DE GÉNERO Y ACOSO. 



El clima de incertidumbre y desconfianza se agudiza en la Obra Social del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (OSPIQyP), que atraviesa una crisis significativa, tanto económica como institucional. Recientemente, el Juzgado Criminal y Correccional N° 23 emprendió una investigación en torno a una grave acusación de falsificación que involucra a Mónica Rodríguez, la Revisora de Cuentas de la entidad. Esta situación pone de manifiesto los problemas de gobernanza que la organización enfrenta.

El trasfondo de la investigación se halla en el Acta 337, aprobada en junio, en la que el Consejo Directivo de la OSPIQyP resolvió encarar un concurso preventivo para abordar su insolvencia económica. Sin embargo, Rodríguez denunció que su firma en dicha acta había sido falsificada, lo que ha desencadenado un proceso judicial. En un intento por adquirir pruebas, la justicia intentó allanar la institución, pero los esfuerzos fueron frustrados al no lograrse la incautación del libro de actas necesario para la pericia caligráfica.

La veracidad de estas acusaciones podría tener repercusiones significativas. Si se demuestra que la firma fue falsificada, el concurso preventivo se anularía, echando por tierra las decisiones adoptadas en virtud de dicha acta. Este resultado no solo afectaría la situación financiera de la OSPIQyP, que ya arrastra deudas que ascienden a 4.000 millones de pesos, sino que también podría socavar la legitimidad del actual liderazgo.

Ricardo Gallardo, presidente de la OSPIQyP, se encuentra en el centro de esta tormenta, en un contexto marcado por la desconfianza entre los asociados. El sindicato químico de La Plata ha tomado la decisión de desafiliarse de la Federación Argentina de Industrias Químicas y Petroquímicas (FATIQyP), presidida por Fabián Hermoso, lo que añade un nuevo nivel de tensión. Este movimiento, cargado de acusaciones graves contra Hermoso, podría sentar un precedente para otros sindicatos químicos que sopesan su relación con la federación; y que pueden seguir el mismo camino que el mencionado sindicato de La Plata y sumarse a la FESTIQyPRA (La Federación de Sindicatos de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas de la República Argentina) que lidera Omar Barbero y donde las cuentas están claras y en orden. 

En un contexto de violencia laboral y acoso, Rodríguez ha elevado su voz no solo en la denuncia de la falsificación, sino también en una queja formal ante la Secretaría de Trabajo por situaciones de violencia de género y persecución que ha experimentado a raíz de este hecho. La vulnerabilidad de los trabajadores en las estructuras institucionales queda una vez más expuesta en esta compleja trama.

La OSPIQyP se encuentra en una encrucijada crítica, donde los juegos de poder y las irregularidades administrativas están desnudando la fragilidad de sus cimientos. La institucionalidad y el bienestar de sus afiliados dependen no solo de la resolución de estos conflictos, sino también de la voluntad de restablecer un clima de confianza y transparencia. A medida que avanza la investigación, es imperativo que aquellas instancias de poder rindan cuentas y que la justicia actúe en defensa de los derechos de los trabajadores afectados.




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