EL SINDICATO DE ESTACIONES DE SERVICIO ALERTÓ SOBRE UN POSIBLE RIESGO DE 70.000 EMPLEOS DEBIDO A LA PROPUESTA DEL GOBIERNO DE IMPLEMENTAR EL AUTODESPACHO DE COMBUSTIBLES. CARLOS ACUÑA, LÍDER DEL SINDICATO, ADVIRTIÓ QUE ESTA MEDIDA PODRÍA PRECARIZAR EL EMPLEO EN UN SECTOR YA AFECTADO, DESTACANDO QUE LA ATENCIÓN PERSONALIZADA ES PREFERIDA POR LOS CLIENTES Y ES CRUCIAL PARA LA SEGURIDAD.
En el contexto actual de la economía argentina, la propuesta presentada por el Gobierno para instaurar un sistema de autodespacho de combustibles en las estaciones de servicio ha generado una controvertida ola de reacciones. El Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio (SOESGyPE), liderado por Carlos Acuña, ha alertado sobre el serio impacto que esta iniciativa podría tener en el empleo de miles de trabajadores del sector.
Durante una reciente declaración, Acuña indicó que la implementación del autoservicio podría significar la pérdida de alrededor de 70.000 puestos de trabajo. Esta afirmación subraya la preocupación del gremio por la posible precarización de la actividad laboral en un sector que ya enfrenta desafíos significativos. “Cerca de 70.000 trabajadores podrían perder sus puestos”, advirtió Acuña, quien se mostró crítico ante lo que considera una propuesta más teórica que práctica.
Uno de los principales argumentos del sindicato se centra en el hecho de que la mayoría de los clientes prefieren recibir atención directa al momento de cargar combustible. Según Acuña, el servicio personalizado no solo es un valor agregado para el cliente, sino que también se relaciona con la seguridad. La manipulación de combustible implica riesgos inherentes, y permitir que cualquier persona realice esta actividad sin la debida supervisión podría aumentar los peligros, incluyendo la posibilidad de incendios provocados por conductas imprudentes.
Además, el dirigente sindical argumentó que el costo del personal en las estaciones de servicio representa un porcentaje muy pequeño del precio final del combustible, estimado en alrededor del 3%. Esto plantea la cuestión de si realmente los consumidores se beneficiarían de una política de autodespacho, o si, por el contrario, se verían afectados por la disminución de servicios. Consecuentemente, la introducción de este sistema podría acentuar la crisis laboral que ya afecta al sector privado.
La propuesta del Gobierno, liderado por Javier Milei, ha sido objeto de críticas no solo desde el ámbito sindical, sino también desde un punto de vista práctico. A pesar de que la implementación del autoservicio es técnicamente factible, su ausencia en muchas provincias y en la Ciudad de Buenos Aires se debe a consideraciones sobre su idoneidad y las implicaciones que podría conllevar.
Finalmente, Acuña sugiere que, en lugar de promover medidas como el autoservicio, se deberían considerar alternativas que beneficien tanto a empleados como a empleadores. Por ejemplo, otorgar francos los domingos a los trabajadores podría ser una opción más favorable que permitir que el autoservicio desplace a miles de empleados.