LOS SINDICATOS DE TRABAJADORES QUÍMICOS Y ESTATALES LIDERARON LA MOVILIZACIÓN, MANTENIÉNDOSE EN ALERTA Y REALIZANDO PAROS GENERALES EN LAS INSTALACIONES DE PETROQUÍMICA. A PESAR DE LAS AFIRMACIONES DE LA EMPRESA SOBRE LA CONTINUIDAD DE SUS OTRAS PLANTAS, EL TEMOR A UN CIERRE TOTAL PERSISTE EN LA COMUNIDAD. LA SECRETARÍA DE TRABAJO DE CÓRDOBA INTERVINO, DECLARANDO "INEFICACES" LOS DESPIDOS
Hoy lunes, la ciudad de Río Tercero fue escenario de una contundente movilización que reclamó por los 125 despidos anunciados en la empresa Petroquímica, tras el cierre de su principal planta de producción. Esta manifestación, que representa la segunda en un periodo de diez días, se realizó bajo el sol declinante de la tarde, congregando a aproximadamente tres mil personas que marcharon por el centro de la ciudad en un acto de solidaridad con los trabajadores afectados.
La situación laboral generada por el anuncio de la empresa ha suscitado un clima de incertidumbre que se extiende más allá de los despidos directos. Además de los 125 empleados cesanteados, 60 trabajadores de empresas contratistas también se han visto en la misma situación a causa de la finalización de los contratos vinculados a la planta. Este desasosiego se ve agravado por el impacto potencial en la estatal Fábrica Militar, que en décadas pasadas dependía en gran medida de la venta de ácido nítrico a Petroquímica Río Tercero, empresa cuyo cierre representa una pérdida significativa para su cadena de suministro.
La movilización fue liderada por los sindicatos de trabajadores químicos y estatales, quienes se han mantenido en un estado de alerta continua, realizando paros generales en las instalaciones de la empresa. A pesar de las afirmaciones de Petroquímica sobre la continuidad de sus otras plantas, la preocupación entre los empleados y la comunidad es palpable, temiendo una posible clausura total de la operación.
En el marco de este conflicto, la Secretaría de Trabajo de la Provincia de Córdoba ha intervenido, declarando “ineficaces” los despidos y dispensas realizados por la empresa. Desde la entidad gubernamental se argumenta que la compañía no cumplió con los trámites estipulados en el procedimiento preventivo de crisis regulado por la ley 24.013. A pesar de este pronunciamiento, la dirección de la firma ha reafirmado su decisión de mantener los despidos, lo que ha dejado la situación en un estado de estancamiento.
Los rumores de que la indemnización por los despidos no alcanzaría el 100% correspondiente han elevado aún más la tensión entre los sindicatos y la compañía. En este contexto, la movilización se ha visto respaldada no solo por trabajadores y sus familias, sino también por vecinos de la comunidad, quienes han manifestado su apoyo a los afectados.
El cierre de la planta TDI (diisocianato de tolueno) de Petroquímica Río Tercero, la única de su tipo en América Latina, ha sido justificado por la empresa como una medida necesaria ante un exceso de stock debido a la caída de las ventas. Sin embargo, la envergadura de los despidos y su repercusión en la economía local generan dudas sobre la gestión y los planes futuros de la empresa.
A medida que el conflicto continúa abierto, los trabajadores se mantienen firmes en su demanda de reincorporación y en la recuperación de sus derechos laborales.