DELEGADOS GREMIALES DE LA UTA DENUNCIAN INCUMPLIMIENTOS POR PARTE DE LA EMPRESA Y EL GOBIERNO, MIENTRAS MILES DE USUARIOS DEL CONURBANO SUR SUFREN LAS CONSECUENCIAS DE LA MEDIDA DE FUERZA QUE PERSISTE EN SIETE LÍNEAS, AUNQUE LA 148 YA LEVANTÓ EL PARO.
En un contexto de creciente tensión laboral en el sector del transporte público, los choferes de la empresa Micro Ómnibus Quilmes S.A. (MOQSA) mantienen un paro indefinido iniciado el pasado viernes, exigiendo el pago de los salarios correspondientes a octubre. Esta medida no es un capricho, sino una respuesta legítima ante el sistemático retraso en los haberes que afecta la estabilidad económica de cientos de familias trabajadoras. "Hasta que no se abone lo adeudado, no se levanta la medida", afirmaron delegados sindicales de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), destacando que el conflicto expone las falencias en la distribución de subsidios por parte del Gobierno nacional, que las empresas utilizan como excusa para demorar los pagos.
La protesta afecta principalmente a las líneas 159, 219, 300, 372, 584, 603 y 619, que conectan el sur del Gran Buenos Aires con la Ciudad de Buenos Aires, dejando a miles de pasajeros sin servicio en distritos como Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Según reportes actualizados al mediodía de este martes 11 de noviembre, estas líneas continúan paralizadas, con unidades detenidas en las cabeceras y cortes intermitentes en accesos clave como el Camino General Belgrano. Los trabajadores, respaldados por el sindicato, insisten en que la falta de pago no solo viola acuerdos paritarios, sino que agrava la precariedad en un sector esencial para la movilidad urbana, especialmente en un momento de inflación elevada y aumentos tarifarios.
Cabe destacar que la línea 148, que también forma parte del grupo MOQSA y une el sur con Constitución, levantó el paro esta mañana alrededor de las 10 horas, restableciendo su servicio tras negociaciones parciales que permitieron el depósito de parte de los salarios adeudados. Sin embargo, desde el enfoque gremial, esta resolución parcial no resuelve el problema de fondo: "No podemos aceptar que se pague a unos y se ignore a otros; la unidad sindical es clave para garantizar derechos para todos", expresó un delegado en declaraciones recogidas en redes sociales. La medida en la 148 se interpreta como un intento de la empresa por mitigar pérdidas en una de sus rutas más críticas, pero no detiene la lucha en las demás líneas.
El paro se enmarca en un panorama más amplio de conflictos en el transporte, donde empresas como MOQSA y El Nuevo Halcón atribuyen los atrasos a demoras en los subsidios estatales. Los gremialistas, en cambio, apuntan directamente al Gobierno por su política de ajuste fiscal, que impacta en los trabajadores de base mientras las tarifas del boleto suben un 4,1% este mes, alcanzando los $572,86 en el conurbano. "Es inaceptable que se priorice el 'orden fiscal' por sobre el sustento de las familias", criticaron desde la UTA, llamando a la solidaridad de otros sectores y usuarios afectados.
Mientras tanto, los choferes permanecen movilizados en las terminales, con asambleas permanentes para monitorear cualquier avance en las negociaciones. Fuentes sindicales indican que el paro podría extenderse si no hay respuestas concretas en las próximas horas, afectando aún más a la población que depende de estos servicios para sus traslados diarios. En este sentido, el gremio insta a las autoridades a intervenir de manera urgente para resolver el conflicto, recordando que el derecho a un salario digno es innegociable en el marco de la legislación laboral argentina.
Esta situación subraya la necesidad de fortalecer las instancias de diálogo tripartito entre empresas, Estado y sindicatos, para evitar que los trabajadores sean los más perjudicados en una cadena de responsabilidades que comienza en las políticas públicas. La UTA ha anunciado que evaluará acciones conjuntas con otros gremios del transporte si la problemática persiste.
