CIERRE DE CORDONSED EN RÍO GRANDE: 22 FAMILIAS FUEGUINAS SIN SUSTENTO

LA PLANTA TEXTIL, FILIAL DEL GRUPO ITALIANO RADICI, CESARÁ ACTIVIDADES EN TIERRA DEL FUEGO TRAS 27 AÑOS DE OPERACIÓN. EL SINDICATO SETIA LOGRÓ QUE LA EMPRESA PAGUE EL 100% DE LAS INDEMNIZACIONES, AUNQUE EN CUOTAS.



Río Grande, Tierra del Fuego – Desde el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), denuncian el cierre inminente de Cordonsed, filial del grupo italiano Radici, como un golpe brutal a la dignidad laboral y un síntoma alarmante del desmantelamiento industrial en la provincia. Con 22 compañeros directos en la calle a partir del 30 de noviembre, esta decisión empresarial agrava la crisis en la zona, donde la recesión y las políticas de apertura importadora están liquidando empleos de raíz

El anuncio del cierre definitivo de la planta de Cordonsed en Río Grande, confirmada por el secretario general de SETIA, Rodrigo Cárcamo, representa no solo la salida total de Radici de Argentina, sino un capítulo más en la agonía de la industria textil fueguina. "Estamos llegando a un punto de no retorno", alertó Cárcamo, quien rechazó de plano la oferta inicial de la empresa de abonar solo el 50% de las indemnizaciones. Tras intensas negociaciones gremiales, se logró el 100% de los resarcimientos, aunque en cuotas y de manera individual, un paliativo insuficiente frente a la pérdida irreversible de puestos de trabajo.

Este cierre no es un hecho aislado, sino el resultado de un combo letal: la recesión económica nacional, la competencia desleal de importaciones masivas y la dependencia de filiales de matrices extranjeras que priorizan ganancias sobre la estabilidad local. En Río Grande, donde la industria manufacturera ya arrastra números en rojo, las 22 familias afectadas directas ven agravado su drama por el impacto en la cadena indirecta: aduanas, logística y proveedores que se sostienen alrededor de la planta. "Obviamente repercute en toda la cadena de trabajo indirecto", enfatizó Cárcamo, subrayando cómo este repliegue de inversiones profundiza el deterioro de la matriz productiva en Tierra del Fuego.

El SETIA ve en esta crisis un "industricidio" orquestado por políticas gubernamentales que favorecen plataformas digitales y acuerdos internacionales a expensas del empleo nacional. "Si se profundiza este camino, vamos a vivir un industricidio a nivel nacional nunca antes visto", advirtió el dirigente, recordando cierres similares en el sector textil e indumentaria que han diezmado la clase trabajadora. En un contexto donde la apertura de importaciones acelera la destrucción industrial, el sindicato exige medidas urgentes: moratoria a despidos, subsidios a la producción local y un plan de reconversión que priorice la soberanía laboral.

Los trabajadores de Cordonsed, con décadas de aporte a la economía fueguina, no merecen ser víctimas de un modelo extractivo. Desde SETIA, se convoca a la unidad gremial y social para resistir este avance neoliberal. Río Grande no puede seguir siendo el cementerio de industrias; es hora de que el Estado defienda el trabajo digno. La lucha continúa: ¡Por los 22 y por todos los que vendrán!


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