LA CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO (CGT) ORGANIZÓ UNA CHARLA EN EL SALÓN RUCCI CON LA CANDIDATA A DIPUTADA NACIONAL KELLY OLMOS, QUE REUNIÓ A REPRESENTANTES DE DIVERSAS ORGANIZACIONES SINDICALES, INCLUYENDO ATIQYP BUENOS AIRES Y FESTIQYPRA. EL ENCUENTRO SE CENTRÓ EN EL ANÁLISIS DE TEMAS CRUCIALES COMO EL TRABAJO, LA PRODUCCIÓN Y EL FORTALECIMIENTO DE LA INDUSTRIA NACIONAL, FUNDAMENTALES PARA EL DESARROLLO DEL PAÍS Y EL MOVIMIENTO OBRERO.
En un ambiente de diálogo y reflexión, Olmos destacó la importancia de políticas públicas que impulsen la reindustrialización y protejan los derechos laborales en un contexto de desafíos económicos globales. “El camino al desarrollo nacional requiere un Estado activo, pymes fuertes y trabajadores organizados”, afirmó la candidata, subrayando la necesidad de incentivos fiscales para pequeñas y medianas empresas, programas de capacitación laboral y medidas contra la precarización. Sus palabras resonaron entre los asistentes, quienes aportaron experiencias y propuestas para consolidar un modelo productivo inclusivo.
El evento, que congregó a delegados de distintos gremios, sirvió como espacio para fortalecer la unidad sindical frente a las amenazas de políticas que afectan al empleo y la industria. Los representantes de ATIQYP Buenos Aires y FESTIQyPRA, junto a otros sindicatos, coincidieron en la urgencia de un Congreso que legisle en favor de los trabajadores y promueva la soberanía productiva. Temas como la ratificación de convenios colectivos y la inversión en sectores estratégicos fueron ejes centrales del debate.
Olmos, con trayectoria en el ámbito sindical, propuso un plan integral para reactivar la industria y garantizar condiciones laborales dignas, lo que generó un intercambio dinámico entre los presentes. “La CGT es el corazón de la resistencia obrera; juntos podemos construir una Argentina con trabajo para todos”, expresó, recibiendo el respaldo de los asistentes.
La charla no solo consolidó el compromiso de los sindicatos con la defensa de los derechos laborales, sino que también marcó un punto de partida para nuevas acciones colectivas. Los participantes abandonaron el Salón Rucci con un mensaje claro: la lucha por un país industrial y justo sigue más vigente que nunca.