ATILRA LOGRA LA CUSTODIA DE LA PLANTA DE ARENAZA Y AVANZA EL SALVATAJE DE ARSA

TRAS MESES DE ABANDONO, EL SINDICATO ATILRA OBTUVO LA CUSTODIA DE LOS BIENES DE LA FÁBRICA DE ARSA EN ARENAZA, PROTEGIENDO LOS ACTIVOS Y A 200 FAMILIAS AFECTADAS, MIENTRAS EL JUEZ ORDENA EL PROCESO DE SALVATAJE PARA REACTIVAR LA PRODUCCIÓN.



El conflicto en la planta de Arenaza, en el partido de Lincoln, dio un giro esperanzador para los trabajadores. Después de intensas negociaciones y meses de lucha, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) logró que el juzgado otorgue la custodia de los bienes de la empresa Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA). La fábrica, abandonada por la compañía, dejó sin empleo a 200 familias y permaneció más de cuatro meses sin producir, sumiendo a la comunidad en una profunda crisis.  

Desde el sindicato celebraron la medida como un paso clave para proteger los activos de la planta y evitar nuevos actos de vandalismo, que se habían convertido en una constante en el lugar. “La custodia permitirá resguardar los bienes y garantizar que no se deterioren, mientras trabajamos para reactivar la producción”, afirmaron desde Atilra. Además, el gremio denunció reiterados ilícitos en la fábrica durante el período de abandono y destacó su compromiso con las familias afectadas, brindándoles asistencia en medio de la incertidumbre.  

En paralelo, el juez a cargo del concurso de acreedores de ARSA ordenó el inicio del proceso de salvataje de la empresa, una medida que busca preservar la continuidad operativa y los puestos de trabajo. Los edictos correspondientes ya fueron publicados en el Boletín Oficial, marcando el comienzo formal de esta etapa. Este procedimiento abre la puerta a la posibilidad de que un nuevo operador o cooperativa asuma la gestión de la planta, con el objetivo de reanudar la actividad productiva y recuperar la estabilidad laboral para los trabajadores.  

Atilra, que ha liderado la defensa de los derechos de los empleados desde el inicio del conflicto, subrayó que su prioridad es “proteger el sustento de las 200 familias y garantizar que la fábrica vuelva a ser un motor económico para la región”. El sindicato también destacó la importancia de la unidad de los trabajadores en esta lucha, que combina esfuerzos legales, asistencia social y presión para lograr una solución definitiva.  

La comunidad de Lincoln espera con expectativa los próximos pasos del proceso de salvataje, que podría marcar un antes y un después para la planta de Arenaza. Mientras tanto, la custodia obtenida por Atilra asegura que los bienes de la fábrica estén protegidos, sentando las bases para una posible reactivación. Este logro refleja el esfuerzo colectivo de los trabajadores y el sindicato en un contexto de adversidad, demostrando que la lucha organizada puede abrir caminos hacia la recuperación de fuentes de trabajo y la dignidad laboral.


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