LA ASOCIACIÓN DE PILOTOS DE LÍNEAS AÉREAS (APLA) ANUNCIÓ UN PARO TOTAL DE 24 HORAS PARA EL SÁBADO 19 DE JULIO, EN PROTESTA POR EL DECRETO 378/2025 QUE REDUCE LOS TIEMPOS DE DESCANSO Y AUMENTA LAS HORAS DE VUELO, PONIENDO EN RIESGO LA SEGURIDAD AÉREA Y LAS CONDICIONES LABORALES DE LOS TRABAJADORES.
La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), liderada por Pablo Biró, confirmó la realización de un paro nacional de 24 horas para el próximo sábado 19 de julio de 2025, en un contexto de creciente tensión con el Gobierno Nacional. La medida de fuerza, que abarcará desde las 00:00 hasta las 23:59, afectará a todas las actividades que involucren pilotos afiliados al sindicato, incluyendo vuelos comerciales, privados, gubernamentales y centros de entrenamiento de Aerolíneas Argentinas, Andes y American Jet. Las aerolíneas de bajo costo, como Flybondi y JetSmart, no se verán afectadas, ya que cuentan con gremios propios.
El paro, decidido de manera unánime en la Asamblea General Extraordinaria de APLA celebrada el 26 de junio, responde al rechazo del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 378/2025, promulgado por el presidente Javier Milei a principios de junio. Este decreto introduce modificaciones al Código Aeronáutico que, según el sindicato, comprometen gravemente la seguridad operacional y deterioran las condiciones laborales de los pilotos. Entre los cambios más cuestionados se encuentran la reducción del descanso semanal mínimo de 36 a 30 horas, el aumento del máximo de horas de vuelo anuales de 800 a 1000, y la disminución de los días de vacaciones a un mínimo de 15 días consecutivos, eliminando los 30 días adicionales contemplados anteriormente. Además, el tiempo de traslado al aeropuerto ya no se considerará parte del servicio, lo que incrementa la carga laboral.
Desde APLA, se advirtió que estas modificaciones “representan un serio riesgo para la seguridad aérea” al aumentar la fatiga de las tripulaciones, un factor crítico en la aviación según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). “Instamos al Gobierno Nacional a dejar sin efecto el Decreto 378/2025, que presenta graves deficiencias técnicas. Hacemos responsables a las autoridades de las consecuencias de su aplicación”, señaló el sindicato en un comunicado oficial. Pablo Biró, secretario general de APLA, enfatizó que el paro no es una acción sectorial, sino una defensa de la seguridad aérea y los derechos laborales frente a una “desregulación salvaje” impulsada por el Ejecutivo.
La medida de fuerza se enmarca en un plan de lucha más amplio, coordinado con otros gremios aeronáuticos como la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Aeronavegantes (AAA), el Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), y los Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA). Aunque los controladores aéreos de ATEPSA habían anunciado paros escalonados para julio, la Secretaría de Trabajo dictó una conciliación obligatoria que suspendió dichas acciones. Sin embargo, APLA ratificó su decisión de avanzar con el paro del 19 de julio tras el fracaso de las negociaciones con las autoridades de Aerolíneas Argentinas, argumentando que el conflicto no se limita a una empresa en particular, sino que responde a una política gubernamental que afecta a todo el sector.
El paro coincide con el inicio de las vacaciones de invierno en varias provincias, incluyendo Buenos Aires y CABA, lo que generará demoras y cancelaciones significativas en una de las temporadas de mayor movimiento turístico. Las cámaras del sector aéreo, como Jurca, IATA y ALTA, expresaron su preocupación por el impacto económico y las molestias para los pasajeros, calificando la elección de la fecha como “innecesariamente oportunista”. Sin embargo, APLA rechazó estas críticas, acusando al Gobierno de intentar deslegitimar el reclamo atribuyéndole motivaciones políticas para “desviar la atención de una medida improvisada y peligrosa”.
El conflicto pone en evidencia la creciente tensión entre los gremios aeronáuticos y el Gobierno de Milei, que también enfrenta críticas por la desregulación del mercado aéreo, la posible privatización de Intercargo y el vaciamiento de empresas estratégicas como Aerolíneas Argentinas. APLA reafirmó su compromiso con la seguridad operacional y los derechos de los trabajadores, advirtiendo que la asamblea otorgó a la conducción del sindicato la potestad para implementar medidas sorpresivas adicionales si el Gobierno no revierte el decreto.
Por el momento, no hay señales de que el Ejecutivo planee derogar el DNU 378/2025, aunque resta saber si optará por dictar una conciliación obligatoria para evitar el impacto del paro en el inicio de las vacaciones de invierno. Mientras tanto, los pasajeros y operadores del sector aéreo se preparan para un sábado de disrupciones significativas en los aeropuertos de todo el país.