LA SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS DE SALUD DIO DE BAJA A LA OBRA SOCIAL DEL PERSONAL CINEMATOGRÁFICO DE MAR DEL PLATA Y MANTIENE EN CRISIS A OTRAS ONCE ENTIDADES, GENERANDO PREOCUPACIÓN EN EL SECTOR GREMIAL POR EL IMPACTO EN LOS TRABAJADORES Y SUS DERECHOS A LA SALUD.
La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) oficializó la baja de la Obra Social del Personal Cinematográfico de Mar del Plata (RNAS 1-0440-5) del Registro Nacional de Agentes del Seguro (RNAS), según la Resolución 1087/2025 publicada en el Boletín Oficial. Esta decisión, que se enmarca en un proceso de auditorías y reordenamiento del sistema de salud impulsado por el organismo, responde a la situación crítica de la entidad, que llevaba tres años en crisis sin cumplir las condiciones mínimas de funcionamiento, según lo informado por el portal oficial del gobierno argentino.
El gremio de los trabajadores cinematográficos expresó su profunda preocupación ante esta medida, que se suma a la reciente disolución de otras obras sociales, como la del Personal Aduanero y la de la Industria Botonera. La baja de la Obra Social del Personal Cinematográfico de Mar del Plata se fundamenta en problemas financieros, institucionales y de gestión de prestaciones, además de la falta de respuesta a las intimaciones de la Superintendencia para regularizar su situación. Este escenario pone en alerta al movimiento sindical, que teme por la continuidad de otras entidades similares.
Según pudimos averiguar en Red Gremial, al menos once obras sociales están actualmente en situación de crisis, incluyendo a Obra Social del Personal de la Industria del Fósforo, Encendido y Afines (OSPIF); la Obra Social del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (OSPIQYP); la Obra Social de Agentes de Propaganda Médica de Entre Ríos (APM); la Obra Social de Técnicos de Fútbol (OSTECF); la Obra Social de Volkswagen Argentina; la Obra Social de Fedecámaras (OSF); la Obra Social de Empleados de Prensa de Córdoba (OSEPC); la Obra Social Peones de Taxis de Rosario (OSPETAX); la Obra Social del Personal de Seguridad Comercial, Industrial e Investigaciones Privadas (OSPSIP); la Obra Social del Personal de Prensa de Mendoza; y la Obra Social del Personal del Azúcar del Ingenio Ledesma. Estas entidades fueron intimadas a presentar planes de contingencia para revertir sus deficiencias, bajo amenaza de ser dadas de baja si no cumplen con los requisitos establecidos.
Desde el sector gremial, se critica que estas medidas, enmarcadas en una política de “depuración” del sistema de salud, podrían afectar el acceso a la cobertura médica de miles de trabajadores y sus familias. “Las obras sociales son un pilar fundamental del sistema de salud solidario, construido con el esfuerzo de los trabajadores. Estas decisiones, tomadas sin un diálogo profundo con los sindicatos, ponen en riesgo derechos adquiridos y generan incertidumbre”, señaló un referente del sector gremial que prefirió mantener el anonimato.
El reordenamiento impulsado por la SSS, que incluye la desregulación del sistema mediante el Decreto 170/2024, busca promover la libre competencia y eliminar intermediaciones, pero los gremios advierten que esta política podría debilitar a las obras sociales más pequeñas, favoreciendo a las grandes prepagas. Además, la eliminación del Subsidio de Mitigación de Asimetrías (SUMA) para entidades con menos de 5.000 beneficiarios ha generado tensiones, ya que muchas obras sociales sindicales dependen de estos fondos para su sostenibilidad.
Mientras tanto, la Superintendencia sostiene que su objetivo es garantizar un sistema de salud “ordenado, eficiente y transparente”, asegurando que los beneficiarios puedan ejercer su derecho de opción de cambio hacia otras obras sociales o prepagas. Sin embargo, los sindicatos reclaman mayor participación en el proceso de auditorías y exigen que se priorice la protección de los afiliados frente a los cierres.
En este contexto, los gremios afectados están evaluando acciones conjuntas, incluyendo presentaciones legales y movilizaciones, para defender la continuidad de las obras sociales y el acceso a la salud de sus trabajadores. La situación permanece en desarrollo, con la posibilidad de nuevas bajas que podrían intensificar el conflicto en el sector.