MILES DE TRABAJADORES, LIDERADOS POR SINDICATOS COMO LA UOM, ATE Y SMATA, COLMARON PLAZA DE MAYO EN APOYO A LA EXPRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, REPUDIANDO SU CONDENA Y PRISIÓN DOMICILIARIA COMO UNA MANIOBRA DE PROSCRIPCIÓN POLÍTICA QUE APUNTA A DISCIPLINAR AL MOVIMIENTO OBRERO.
Buenos Aires, 18 de junio de 2025 – Bajo la consigna “Vienen por ella, vamos con ella”, una multitud de trabajadores y trabajadoras, encabezados por diversos gremios, se congregaron hoy en Plaza de Mayo para manifestar su respaldo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien comenzó a cumplir prisión domiciliaria tras la confirmación de su condena a seis años de prisión por la causa Vialidad. Desde la perspectiva gremial, la movilización no solo fue un acto de solidaridad con CFK, sino una respuesta contundente a lo que consideran un ataque directo contra los derechos de los trabajadores y la democracia.
La marcha, que reunió a decenas de miles de personas, contó con la participación activa de sindicatos clave del movimiento obrero argentino. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores, entre otros, movilizaron a sus bases desde temprano, concentrándose en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires para confluir en la histórica plaza. La Confederación General del Trabajo (CGT), aunque no llamó a un paro general, otorgó “libertad de acción” a sus gremios afiliados, lo que permitió una masiva presencia sindical en las calles.
El líder de la UOM, Abel Furlán, fue uno de los oradores destacados en el acto central. “Hoy defendemos a Cristina porque su persecución es la persecución a las mayorías populares. Lo que está en juego es nuestra dignidad como trabajadores y nuestra capacidad de organizarnos para conquistar derechos”, afirmó Furlán, quien convocó a sus afiliados a marchar desde las 9 de la mañana en Paseo Colón y Belgrano. El gremialista subrayó que la condena a CFK es parte de un “lawfare” que busca disciplinar a los sectores populares y debilitar al movimiento obrero.
Por su parte, Mario “Paco” Manrique, de Smata, criticó duramente la postura tibia de algunos sectores de la CGT que optaron por no adherir plenamente a la movilización. “El miedo no puede paralizarnos. Cuando Cristina dice que su condena es un disciplinamiento a la dirigencia, tiene razón. Hay quienes temen al poder, pero los trabajadores no agachamos la cabeza”, señaló Manrique, en alusión a las internas sindicales que marcaron la previa de la marcha.
La CTA Autónoma, liderada por Hugo “Cachorro” Godoy, y la CTA de los Trabajadores, encabezada por Hugo Yasky, anunciaron un cese de actividades para facilitar la participación de sus afiliados. “Esta no es solo una marcha por Cristina, es una marcha por la democracia y contra una justicia que actúa como brazo de los poderosos. Los trabajadores sabemos que cuando persiguen a Cristina, persiguen nuestras conquistas”, expresó Godoy desde el escenario en Plaza de Mayo.
Un momento emotivo de la jornada fue la reproducción de un mensaje grabado de Cristina Kirchner, quien, desde su departamento en el barrio de Constitución, donde cumple prisión domiciliaria con tobillera electrónica, arengó a la militancia: “Tenemos pueblo, tenemos memoria, tenemos historia y tenemos patria. Vamos a volver con más fuerza y unidad”. La expresidenta también criticó el modelo económico del gobierno de Javier Milei, al que acusó de enriquecer a unos pocos mientras empobrece a las mayorías.
El cambio de destino de la marcha, inicialmente prevista para acompañar a CFK a los tribunales de Comodoro Py, reflejó la rápida adaptación de los organizadores tras la confirmación de la prisión domiciliaria. La decisión de concentrar en Plaza de Mayo, a partir de las 14 horas, fue consensuada en una reunión en la sede del Partido Justicialista (PJ) con gobernadores peronistas y referentes sindicales. “No vamos a Comodoro Py porque Cristina no estará allí, pero sí estaremos en la plaza del pueblo, porque es el lugar donde siempre defendimos nuestros derechos”, explicó Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes y una de las dirigentes clave en la organización.
La movilización no estuvo exenta de tensiones. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció un fuerte operativo policial en los accesos a la ciudad y en las inmediaciones de Plaza de Mayo, lo que generó críticas desde el campo gremial. Máximo Kirchner, diputado y referente de La Cámpora, advirtió: “Bullrich busca imponer miedo, pero el pueblo lo va perdiendo”. Además, un militante fue detenido por insultar al presidente Javier Milei durante una transmisión en vivo, lo que fue interpretado por los manifestantes como un intento de amedrentamiento.
A pesar de las internas en la CGT y las presiones externas, la marcha demostró el poder de convocatoria del movimiento obrero y su identificación con la figura de Cristina Kirchner. “Hoy mostramos que los trabajadores estamos vivos, organizados y dispuestos a dar pelea. Cristina es la líder que nunca nos mintió, y por eso la defendemos”, resumió Rodolfo Aguiar, de ATE, quien había convocado a un paro de 24 horas para garantizar la participación masiva de los estatales.
La jornada culminó con cánticos, banderas y un mensaje de unidad desde los gremios: la lucha por la libertad de Cristina Kirchner es también la lucha por los derechos laborales y la justicia social. Mientras la militancia comenzaba a desconcentrarse, la promesa de “volver” resonaba en la plaza, dejando en claro que el movimiento obrero no dará tregua frente a lo que considera una ofensiva judicial y política contra sus líderes y sus conquistas.