LA UNIÓN OBRERA METALÚRGICA (UOM) DE RÍO GRANDE Y USHUAIA PARALIZÓ LA PRODUCCIÓN ELECTRÓNICA EN RECHAZO A LA ELIMINACIÓN DE ARANCELES A IMPORTACIONES, UNA MEDIDA QUE AMENAZA MILES DE EMPLEOS Y EL RÉGIMEN INDUSTRIAL FUEGUINO. EL GREMIO EXIGE DIÁLOGO Y SOLUCIONES CONCRETAS PARA PRESERVAR LA SOBERANÍA PRODUCTIVA.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), seccionales Río Grande y Ushuaia, decretó un paro total por tiempo indeterminado en todas las fábricas electrónicas de Tierra del Fuego, en una respuesta contundente al anuncio del Gobierno nacional de eliminar los aranceles a la importación de productos electrónicos, como celulares, televisores y consolas. La medida, que también reduce impuestos internos para productos importados del 19% al 9,5% y para los fabricados en la isla del 9,5% al 0% a partir de 2026, fue calificada por el gremio como “un golpe letal” a la industria fueguina, que sostiene más de 6.000 puestos de trabajo directos y una matriz productiva estratégica para la región.
El paro, iniciado el miércoles 14 de mayo al mediodía, fue acompañado por una masiva movilización al centro de Río Grande, donde miles de trabajadores, junto a sus familias y vecinos, expresaron su rechazo a lo que consideran “un nuevo embate contra la industria nacional y el derecho soberano a habitar Tierra del Fuego”. En un comunicado, el Congreso de Delegadas y Delegados de la UOM Río Grande afirmó: “No permitiremos que más de 45 años de desarrollo y lucha se desmoronen por decisiones unilaterales que responden a intereses ajenos a nuestra comunidad”.
La eliminación de aranceles, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni y defendida por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, pone en riesgo la competitividad del régimen de promoción industrial fueguino, regulado por la Ley 19.640 y reforzado por la Ley 26.539 de 2009. Este esquema, que otorga exenciones fiscales para fomentar la producción en la isla, ha sido clave para el desarrollo económico y la generación de empleo en una de las regiones más australes del país. Según la UOM, la apertura indiscriminada a importaciones amenaza con desmantelar esta estructura, dejando a miles de familias sin sustento y comprometiendo la soberanía productiva de Argentina.
“Estamos ante una responsabilidad histórica”, expresó la conducción de la UOM Río Grande en un documento oficial. “Nuestro objetivo es preservar los puestos de trabajo, sostener la producción nacional y continuar habitando esta provincia con dignidad”. El gremio también repudió las declaraciones de funcionarios como Sturzenegger, quien reconoció que la medida podría generar pérdidas de empleo en la isla, pero argumentó que beneficiaría a los consumidores al abaratar productos electrónicos. “Es una provocación que minimiza el impacto social y económico en nuestra comunidad”, señaló el sindicato.
La medida de fuerza cuenta con el respaldo del Secretariado Nacional de la UOM, todas las seccionales del país y la Confederación General del Trabajo (CGT), que expresó su “rechazo contundente” a la política de apertura importadora. En un comunicado, la CGT advirtió que “la leyenda ‘Fabricado en Tierra del Fuego’ no es solo una etiqueta: es símbolo de un modelo de desarrollo que ha permitido el crecimiento de una zona estratégica del país”. La central obrera instó al Gobierno de Javier Milei a retrotraer la medida y abrir canales de diálogo con los sectores afectados.
El gremio exigió respuestas urgentes al Gobierno provincial, liderado por el gobernador Gustavo Melella, quien también criticó la medida y la vinculó a presiones del FMI, así como a la cámara empresarial AFARTE, el Grupo Mirgor y las autoridades nacionales de la UOMRA. “La industria fueguina es empleo, soberanía y desarrollo tecnológico de alta calidad. No vamos a ceder ante este embate”, afirmó Melella, quien se sumó a las críticas contra Sturzenegger, calificándolo de “atorrante” por sugerir que Tierra del Fuego podría convertirse en un “parque de diversiones” en lugar de un polo industrial.
La UOM anunció que el paro se mantendrá hasta obtener “una solución favorable y concreta” que garantice la continuidad del régimen de promoción industrial y la estabilidad laboral. Además, el gremio no descarta escalar las medidas de fuerza, incluyendo paros nacionales y nuevas movilizaciones, si no se abre un espacio de negociación. “Estamos defendiendo no solo nuestros empleos, sino el derecho de todo un pueblo a vivir y trabajar con dignidad en el fin del mundo”, cerró el comunicado de la UOM.
Mientras tanto, la incertidumbre crece en Tierra del Fuego, donde la industria electrónica representa un pilar económico y social. Trabajadores y dirigentes gremiales advierten que el impacto de la medida podría extenderse más allá de la isla, afectando a proveedores y comunidades enteras. “No es solo una cuestión de celulares más baratos; es una cuestión de soberanía, trabajo y futuro”, sentenció un delegado de la UOM durante la movilización en Río Grande.
La lucha de los metalúrgicos fueguinos se convierte así en un símbolo de resistencia frente a las políticas de desregulación, en un contexto de creciente tensión social por el ajuste económico. La UOM, junto a sus aliados, promete llevar el reclamo hasta las últimas consecuencias, con el objetivo de proteger la industria nacional y el legado de desarrollo en el extremo sur del país.