GREMIOS EN ALERTA: DENUNCIAN MANIPULACIÓN DE LA INFLACIÓN DE MARZO Y EXIGEN AUMENTOS SALARIALES URGENTES

LOS SINDICATOS ARGENTINOS, ANTE LOS ANUNCIOS OFICIALES QUE MINIMIZAN EL IMPACTO DE LA INFLACIÓN DE MARZO, SE MOVILIZAN PARA RECLAMAR RECOMPOSICIONES SALARIALES QUE COMPENSEN LA PÉRDIDA DEL PODER ADQUISITIVO. LA TENSIÓN CRECE MIENTRAS SE PREPARAN PARA NEGOCIAR PARITARIAS EN UN CONTEXTO ECONÓMICO ADVERSO.




Los gremios argentinos han puesto el grito en el cielo tras los recientes anuncios del Gobierno sobre la inflación de marzo, que, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), alcanzó el 3,7%. Para los sindicatos, esta cifra no refleja la realidad que enfrentan los trabajadores día a día, quienes ven cómo el costo de vida sigue erosionando sus ingresos. En este contexto, las principales centrales sindicales y gremios de diversos sectores han comenzado a organizarse para exigir aumentos salariales que permitan recuperar el poder adquisitivo perdido.

La percepción gremial es que el Gobierno ha intentado "maquillar" los datos inflacionarios para proyectar una imagen de estabilidad económica, mientras los precios de los alimentos, el transporte y los servicios básicos no dan tregua. 

Según fuentes sindicales, la inflación real, especialmente en los productos de la canasta básica, supera ampliamente el índice oficial, afectando de manera desproporcionada a los sectores de menores ingresos. “Los números que nos muestran no coinciden con lo que pagamos en el supermercado o en la factura de luz. Es una burla a los trabajadores”, expresó un referente de la Confederación General del Trabajo (CGT) en diálogo con este medio.

Entre los gremios más activos en esta pulseada se encuentran los de comercio, transporte, metalúrgicos y docentes, quienes ya han anunciado que endurecerán sus posturas en las próximas negociaciones paritarias. La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), por ejemplo, adelantó que buscará incrementos que superen el 5% mensual para abril y mayo, con cláusulas de revisión automática ante nuevos picos inflacionarios. Por su parte, el sindicato de Camioneros, liderado por Pablo Moyano, ha sido contundente: “No vamos a aceptar migajas. Si el Gobierno no homóloga acuerdos justos, que se prepare para un conflicto mayor”.

La situación se agrava por las recientes políticas económicas, que incluyen ajustes en tarifas de servicios públicos y la liberación de precios en sectores clave. Los gremios advierten que estas medidas, combinadas con la negativa del Gobierno a homologar paritarias por encima de un tope del 1,5% mensual, profundizan la crisis de los asalariados. “Nos están apretando desde todos lados: suben los precios, congelan los sueldos y encima nos quieren disciplinar con topes paritarios. Esto no da para más”, señaló un dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

En el sector público, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) también ha levantado la voz. Su secretario general, Rodolfo Aguiar, criticó la estrategia oficial: “El Gobierno festeja una supuesta desaceleración de la inflación mientras los trabajadores no llegan a fin de mes. Necesitamos aumentos que al menos empaten con la suba de la canasta básica, que en marzo trepó casi un 6%”. ATE ya convocó a asambleas en distintos ministerios para definir medidas de fuerza si no hay respuestas concretas.

La escalada de tensiones no se limita a los anuncios inflacionarios. Los gremios también apuntan al impacto de los aranceles internacionales y a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que podrían traducirse en mayores ajustes. “Si el Gobierno sigue priorizando el equilibrio fiscal por encima de los trabajadores, vamos a salir a las calles. No nos van a dejar otra opción”, advirtió un representante de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

Mientras tanto, el Ejecutivo insiste en que la inflación está “colapsando” y que los incrementos salariales deben ser moderados para no alimentar una espiral inflacionaria. Sin embargo, esta postura choca con la realidad de los trabajadores, que enfrentan una caída acumulada del poder adquisitivo superior al 40% desde el inicio de la gestión actual, según estimaciones de consultoras privadas.

Los próximos días serán clave. Los gremios ya han puesto en marcha reuniones internas y estrategias de negociación, mientras evalúan acciones conjuntas que podrían incluir paros y movilizaciones. La pulseada entre los sindicatos y el Gobierno promete intensificarse, en un escenario donde los trabajadores se niegan a seguir siendo la variable de ajuste de un modelo económico que beneficia a los sectores concentrados mientras castiga a las mayorías.


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