LA FEDERACIÓN ARGENTINA DE TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA QUÍMICA Y PETROQUÍMICA (FATIQYP) ATRAVIESA UNA CRISIS PROFUNDA TRAS LA DESAFILIACIÓN DEL SINDICATO DEL PERSONAL DE INDUSTRIAS QUÍMICAS Y PETROQUÍMICAS DE LA PLATA (SIPIQYLP). ESTA DECISIÓN REFLEJA EL CRECIENTE DESCONTENTO CON LA GESTIÓN DEL SINDICALISTA FABIÁN HERMOSO. LA SITUACIÓN SE AGRAVA CON LA CRISIS FINANCIERA DE LA OBRA SOCIAL OSPIQYP, QUE ESTÁ AL BORDE DE LA QUIEBRA Y ENFRENTA MÚLTIPLES PROCESOS JUDICIALES.
La Federación Argentina de Trabajadores de la Industria Química y Petroquímica (FATIQyP) enfrenta un momento crítico que pone en jaque su estabilidad y liderazgo. La reciente desafiliación del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas de La Plata (SIPIQYLP) es un claro reflejo de la creciente crisis que atraviesa la organización, liderada por el sindicalista Fabián Hermoso.
LA SALIDA DE SIPIQYLP: UN GOLPE CONTUNDENTE
El sindicato platense tomó la decisión de desafiliarse de la FATIQyP en una asamblea general extraordinaria realizada el pasado 30 de septiembre, donde se resolvió por unanimidad la ruptura de vínculos. Daniel Segovia, presidente del SIPIQYLP, expresó su descontento con la gestión de Hermoso, afirmando: «Nos cortó las piernas y nos dejó sin apoyos». Esta crítica abierta subraya un malestar que parece crecer entre las bases sindicales, donde la confianza en la dirección de Hermoso se ha visto seriamente erosionada.
Esta desafiliación no es un hecho aislado. Hace poco, otro gremio de base, el de Pilar, también se separó de la FATIQyP, y se rumorea que más sindicatos podrían seguir el mismo camino en un futuro cercano. Con cada salida, la organización pierde no solo representación, sino también poder de negociación dentro del sector.
IMPACTO EN LAS RELACIONES GUBERNAMENTALES
La crisis en la FATIQyP se agrava por la disminución de la influencia de Hermoso en sus relaciones con el Gobierno. La falta de poder de negociación ha repercutido negativamente en las gestiones que benefician a los sindicatos de base, lo que ha generado un ambiente de descontento y desconfianza. La figura de Hermoso, que una vez disfrutó de un estatus privilegiado en la estructura de las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas, ahora se encuentra cuestionada tanto por sus pares como por sus bases.
PROBLEMAS FINANCIEROS EN LA OBRA SOCIAL OSPIQYP
A esta situación se suma la grave crisis que enfrenta la obra social OSPIQyP, también bajo la dirección de Hermoso. La entidad se encuentra al borde de la quiebra, con un pedido de concurso preventivo y más de 60 procesos judiciales abiertos. Con deudas que ascienden a más de $1.237 millones, la atención de miles de afiliados se ve comprometida, generando un ambiente de incertidumbre entre los trabajadores que dependen de estos servicios de salud.
La OSPIQyP cuenta con 25.841 afiliados, entre los cuales se encuentran trabajadores en relación de dependencia, monotributistas y otros grupos. La preocupación por la continuidad de las coberturas de salud es palpable, y la situación financiera de la obra social se convierte en un tema delicado que añade presión a la ya tambaleante gestión de Hermoso.
PERSPECTIVAS A FUTURO
La desafiliación de sindicatos y la crisis financiera de la OSPIQyP marcan un momento decisivo para la FATIQyP y su liderazgo. Con un panorama tan complejo, es probable que otras organizaciones federadas consideren la posibilidad de desligarse de Hermoso en busca de alternativas más estables y efectivas. La competencia con la FESTIQyPRA, que lidera Omar Barbero, se intensifica, y la búsqueda de un nuevo liderazgo parece inminente.
En conclusión, la federación química de Hermoso se encuentra en un estado crítico, enfrentando desafíos internos y externos que amenazan su existencia. La falta de apoyo de las bases y una obra social en crisis son solo algunos de los elementos que ponen en entredicho la continuidad de su gestión. El futuro de la FATIQyP dependerá de su capacidad para recuperar la confianza de sus afiliados y restablecer su posición dentro del entorno sindical argentino.