LA UNIÓN OBRERA METALÚRGICA (UOM) DE VENADO TUERTO ALERTA SOBRE LA DESVINCULACIÓN DE MÁS DE 30 TRABAJADORES EN LA FÁBRICA DE OLLAS Y SARTENES ESSEN, ATRIBUIDA A LA IMPORTACIÓN DE COMPONENTES CHINOS QUE DESPLAZA LA PRODUCCIÓN LOCAL, EN MEDIO DE UNA CRISIS DE CONSUMO AGRAVADA POR POLÍTICAS GUBERNAMENTALES QUE FAVORECEN LAS IMPORTACIONES.
La emblemática fábrica de Essen en Venado Tuerto, Santa Fe, ha sido escenario de un nuevo golpe al empleo industrial argentino. Según la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), la empresa desvinculó a 34 trabajadores: 17 de planta permanente y 17 eventuales, sumándose a 58 bajas acumuladas en los últimos tres meses. Este ajuste representa cerca del 10% de la dotación total de unos 300 empleados, afectando sectores clave como fundición, mecanizado y terminación.
Diego Olave, secretario general de la UOM en Venado Tuerto, denunció que los despidos responden a un cambio estructural impulsado por la incorporación de insumos semiterminados importados de Asia. “Hay empresarios que se están volviendo importadores”, afirmó Olave, explicando que en áreas donde antes operaban 30 personas para fabricar una pieza completa, ahora solo se necesitan 8 para ensamblar componentes traídos del exterior. “Si esa pieza se trae desde afuera para hacerle algunos detalles y ensamblarla, con ocho personas ese sector se vuelve productivo”, agregó, destacando cómo esta estrategia reduce drásticamente la mano de obra local y amenaza la cadena productiva nacional.
Desde el sindicato, se enfatiza el impacto humano de estas medidas. Los trabajadores afectados, muchos con años de antigüedad, enfrentan incertidumbre económica en un contexto de caída del consumo interno. La UOM ha acompañado a los despedidos en trámites de indemnizaciones y ha exigido reuniones con la gerencia, que prometió no realizar más cesantías en lo que resta de 2025. Sin embargo, Olave expresó escepticismo: “Monitorearemos de cerca, porque la sustitución de producción por importaciones podría profundizarse, generando más despidos”.
El gremio vincula esta crisis a las políticas del gobierno de Javier Milei, que han abierto las importaciones en detrimento de la industria local. La senadora Juliana di Tullio, de Unión por la Patria, criticó duramente: “Hasta las ollas Essen rompen, gobierno de inútiles”, aludiendo a la ironía de que una marca reconocida por su durabilidad sucumba ante medidas que favorecen productos chinos baratos. Según la UOM, Essen ha reemplazado hasta el 45% de su producción con importaciones, lo que no solo precariza el empleo sino que erosiona la soberanía industrial.
La UOM llama a la unidad sindical para defender los puestos de trabajo y exige al gobierno revertir estas políticas. “No permitiremos que la industria se convierta en un mero ensamblador de productos extranjeros”, sentenció Olave. Este caso se suma a alertas en otras firmas como Corven, reflejando una crisis más amplia en el sector metalúrgico. El sindicato insta a acciones inmediatas para proteger el empleo y promover el consumo nacional.
