TRABAJADORES DE LA SUCURSAL DE FRÁVEGA EN TEMPERLEY SE ENCONTRARON CON LAS PERSIANAS BAJAS SIN PREVIO AVISO, DESENCADENANDO PROTESTAS Y DENUNCIAS GREMIALES POR UN PLAN DE DESPIDOS QUE PODRÍA AFECTAR A CIENTOS DE EMPLEADOS EN TODO EL PAÍS, EN MEDIO DE LA CRISIS ECONÓMICA.
El sorpresivo cierre de la sucursal de Frávega en Temperley, ubicada en el barrio San José de Lomas de Zamora, ha generado indignación entre los trabajadores y el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC). Este martes, los empleados llegaron a su lugar de trabajo para descubrir que la empresa había bajado las persianas sin notificación alguna, dejando a una decena de familias sin ingresos en un contexto de recesión y alta inflación.
Desde el gremio, liderado por Armando Cavalieri, se denuncia que este cierre no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia corporativa para reducir costos a expensas de los trabajadores. "Estamos al tanto de una maniobra para despedir a 300 empleados en todo el país", advirtió un referente sindical, señalando que la cadena ya cerró locales en Pergamino y planea más ajustes, reduciendo su red de sucursales de más de 120 a 109. La empresa, una de las más denunciadas ante la Secretaría de Trabajo por irregularidades laborales, enfrenta acusaciones de no respetar convenios colectivos y de avanzar con despidos encubiertos bajo el pretexto de reestructuraciones.
Los afectados, muchos con años de antigüedad, realizaron una protesta pacífica frente al local cerrado, exigiendo la reincorporación inmediata y el pago de salarios adeudados. "Esto es un atropello a los derechos laborales. Las familias quedan en la calle mientras la empresa prioriza ganancias", expresó un delegado gremial durante la manifestación. El SEC ha convocado a asambleas y amenaza con medidas de fuerza si no hay respuestas, incluyendo paros en otras sucursales.
En el marco de la crisis económica nacional, este caso resalta la vulnerabilidad de los trabajadores del comercio, sector golpeado por la caída del consumo y el ajuste. El gremio insta al Gobierno a intervenir para preservar puestos de trabajo y auditar las prácticas de Frávega, recordando que el empleo digno es un pilar de la justicia social. "No permitiremos que las empresas usen la coyuntura para precarizar o eliminar fuentes laborales", enfatizó el sindicato.
Hasta el momento, Frávega no ha emitido un comunicado oficial, pero fuentes internas sugieren que la decisión responde a bajas ventas. El cierre en Temperley afecta directamente a 10 familias, pero el impacto podría extenderse si se confirman los despidos masivos alertados por el gremio. La situación pone en evidencia la necesidad de políticas que protejan al trabajador ante las decisiones unilaterales de las grandes cadenas.
