SMATA DENUNCIA PRESIONES EMPRESARIALES EN LA SALIDA DE TRABAJADORES CON ANTIGÜEDAD, MIENTRAS LA PLANTA DE SANTA ISABEL ENFRENTA UN REORDENAMIENTO PRODUCTIVO QUE PRIORIZA COSTOS BAJOS Y PRECARIZACIÓN LABORAL, ALERTANDO AL GREMIO AUTOMOTOR SOBRE LA DEFENSA DE LOS PUESTOS ESTABLES.
Córdoba, 15 de octubre de 2025 – Una ola de despidos encubiertos ha generado un conflicto gremial de magnitud en la planta de Renault en el barrio Santa Isabel de Córdoba, donde unos 300 trabajadores fueron desvinculados bajo la figura de "acuerdos de parte" o "retiros voluntarios". Desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), se califica esta maniobra como una estrategia de la empresa para eludir indemnizaciones legales y registros oficiales, en un contexto de reestructuración productiva que amenaza la estabilidad laboral en el sector automotriz provincial.
Los representantes sindicales y los trabajadores afectados denuncian que, desde el jueves pasado, la administración de Renault convocó individualmente a los empleados para imponerles una elección ficticia: aceptar un "acuerdo económico" o enfrentar un despido directo. "No fue voluntario en absoluto; nos presionaron para firmar bajo amenaza de consecuencias peores. Esto es un despido disfrazado que apunta a eliminar personal con antigüedad y derechos adquiridos, reemplazándonos por contratados precarios y de menor costo", afirmó un delegado gremial consultado por este medio, quien prefirió mantener el anonimato por temor a represalias.
Esta práctica, según Smata, viola los convenios colectivos de trabajo y la legislación laboral argentina, que protege la estabilidad de los empleados de planta permanente. Los cesanteados relatan que los recortes no se limitaron a las líneas de producción afectadas por el fin de la fabricación de la Nissan Frontier –modelo compartido con la Renault Alaskan–, sino que se extendieron a áreas administrativas, de mantenimiento y logística. "Están haciendo una depuración selectiva: con el sueldo de un trabajador efectivo, pagan a tres contratados sin beneficios ni estabilidad. Esto baja el costo humano y erosiona los derechos conquistados por el gremio", explicó uno de los despedidos, quien destacó que muchos de los afectados tenían más de 10 años de antigüedad.
Renault Argentina, por su parte, confirmó las 300 salidas pero insistió en que todas se realizaron "con acuerdo de las partes" y en el marco de un reordenamiento necesario tras la discontinuación de ciertos modelos. La empresa proyecta concentrar su producción en un utilitario pequeño hacia 2026, argumentando eficiencia operativa. Sin embargo, desde el ámbito gremial se rebate esta versión, señalando que la medida responde más a una lógica de flexibilización laboral que a necesidades técnicas reales. "La compañía busca precarizar el empleo para maximizar ganancias, sustituyendo planta permanente por mano de obra temporaria, lo que debilita al conjunto de los trabajadores y a Smata como organización", enfatizó un dirigente sindical de la seccional Córdoba.
Un punto de fricción adicional es la presunta complicidad de sectores internos del gremio en la elaboración de las listas de desvinculados. Los afectados acusan que se priorizó a quienes habían participado en reclamos por condiciones laborales, denuncias de irregularidades o medidas de fuerza sindicales. "Seleccionaron basados en un 'riesgo de conflictividad', es decir, a los más activos en la defensa de derechos. Esto no solo traiciona la solidaridad gremial, sino que divide a los trabajadores y facilita la estrategia patronal", denunciaron los empleados, exigiendo una investigación interna por parte de Smata nacional.
En respuesta a esta crisis, los trabajadores han impulsado una acción de amparo ante la Justicia laboral para defender los puestos de trabajo y exigir la reincorporación de los cesanteados. El gremio demanda criterios claros que prioricen la continuidad del personal permanente sobre la contratación externa, y advierte que cualquier nuevo ingreso debe respetar las escalas salariales y beneficios del convenio colectivo. "No permitiremos que se avance en la precarización; el sector automotriz cordobés es un pilar económico de la provincia, con miles de familias dependiendo de estos empleos estables. Renault debe asumir su responsabilidad social y negociar de buena fe", sostuvo Smata en un comunicado oficial.
La situación mantiene en vilo a todo el cordón industrial cordobés, donde fábricas como Renault emplean directamente a miles y generan un efecto multiplicador en la economía local. Fuentes gremiales anticipan medidas de fuerza si no hay avances en el diálogo, incluyendo paros y movilizaciones conjuntas con otros sindicatos del sector. Mientras tanto, el Ministerio de Trabajo de la Nación ha sido notificado, y se espera una mediación urgente para evitar un escalamiento que podría afectar la producción y la paz social en la planta.
Este conflicto pone en evidencia las tensiones crecientes en la industria automotriz argentina, donde la presión por reducir costos en un contexto de inflación y competencia global choca con la lucha gremial por preservar conquistas históricas. Smata llama a la unidad de los trabajadores para enfrentar estas prácticas, recordando que la defensa del empleo digno es el eje de su accionar sindical.