DESDE EL GREMIO, SE CELEBRA EL FIN DE LA MEDIDA DE FUERZA, PERO ALERTARON: SIN SUBSIDIOS ESTATALES URGENTES, EL FUTURO DE 600 FAMILIAS Y MILES DE VARELENSES PENDE DE UN HILO. LA 148, HISTÓRICA LÍNEA DEL CONURBANO, RESUCITA HOY, PERO EXIGE ACCIÓN INMEDIATA PARA NO QUEBRAR DE NUEVO
La Línea 148, emblema del transporte varelense con sus icónicos colores verde y amarillo, reestableció hoy su servicio tras un paro que paralizó el conurbano bonaerense. Los 600 trabajadores de Nuevo Halcón S.A., afiliados al gremio de choferes, levantaron la medida de fuerza iniciada el martes, gracias a compromisos patronales que incluyen el pago total de sueldos atrasados y la incorporación de 40 unidades nuevas. Sin embargo, desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA), denunciaron que esta "victoria" es frágil: la empresa está quebrada, sin fondos para sostener salarios promedio de 1.500.000 pesos mensuales, y depende de un salvavidas estatal que se evaporó.
El paro, afectó a miles de usuarios que dependen de la 148 para conectar Florencio Varela y San Francisco Solano con Plaza Constitución. Los choferes, en asamblea gremial, exigieron no sólo el depósito inmediato de haberes —demorado por la patronal, que admitió insolvencia—, sino también mejoras en condiciones laborales. "Los colectivos son chatarras rodantes: se rompen a cada rato, sin aire acondicionado ni mantenimiento básico. Trabajamos en condiciones precarias que ponen en riesgo nuestra salud y la de los pasajeros", relató un delegado de UTA, reflejando el clamor colectivo.
La crisis no es casual. La baja de la subvención nacional, sumada al éxodo de pasajeros hacia el tren eléctrico —que ahora cubre en 40 minutos lo que antes tomaba horas con trasbordos tortuosos—, dejó a la 148 sin ingresos suficientes. En los '90, esta línea brillaba con servicios directos, música y confort; hoy, compite con la Línea 500, que devora sus recorridos en la zona sur de Varela. Rumores de venta a DOTA se disiparon: la compra de las nuevas unidades se acordó con Megacar, en tandas de 10, para reforzar la flota sin ceder el control. "No fue una adquisición, sino una exigencia gremial para evitar el cierre. Pero sin subsidios, ¿cuánto durarán?", advierte el secretario general de UTA seccional.
Desde el gremio, respaldan a estos compañeros que, con dos paros en dos meses, defendieron no solo sus derechos, sino el derecho de los varelenses a un transporte digno. Es mejor un colectivo viejo que ninguno, pero ojalá el Estado intervenga: la 148 no es solo una empresa inviable, es el pulmón de 600 familias y la movilidad de un distrito entero. Exigimos fondos ya, o este restablecimiento será efímero. La lucha continúa.