BRUTAL REPRESIÓN A TRABAJADORES DE GEORGALOS: GREMIOS DENUNCIAN ATAQUE AL DERECHO DE HUELGA

CIENTOS DE TRABAJADORES Y ORGANIZACIONES SINDICALES CORTARON LA PANAMERICANA EN VICTORIA EXIGIENDO LA REINCORPORACIÓN DE CINCO DESPEDIDOS POR PARTICIPAR EN UN PARO, ENFRENTANDO UNA VIOLENTA REPRESIÓN DE LA GENDARMERÍA QUE DEJÓ AL MENOS 25 HERIDOS.



Esta mañana, la Autopista Panamericana, a la altura de Victoria, San Fernando, se convirtió en el epicentro de una contundente protesta obrera que terminó en una feroz represión por parte de la Gendarmería Nacional. Cientos de trabajadores de la fábrica Georgalos, junto a delegaciones de la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA), SUTEBA Tigre, SUTEBA Marcos Paz, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA), trabajadores de Secco, Molinos, Mondelez, y organizaciones sociales, se movilizaron para exigir la reincorporación de cinco compañeros despedidos tras adherirse a un paro convocado por el sindicato, en un claro acto antisindical de la empresa.

El conflicto, que lleva más de un mes, escaló cuando los manifestantes, tras concentrarse a las 6 de la mañana frente a la planta en la calle Uruguay 3911, avanzaron hacia la Panamericana y cortaron totalmente la circulación por unos 10 minutos. La Gendarmería, desplegada bajo las órdenes del Ministerio de Seguridad, respondió con un operativo represivo que incluyó gases lacrimógenos, golpes y empujones, dejando al menos 25 heridos, según denunciaron referentes del Frente de Izquierda (FIT), Nicolás del Caño y Myriam Bregman, presentes en el lugar. “Le están rompiendo la cabeza a los compañeros”, afirmó Miguel Maciel, uno de los despedidos, quien señaló que los ceses son inconstitucionales por castigar la participación en un paro legal.

Los trabajadores denunciaron que Georgalos no solo despidió a los cinco operarios por ejercer su derecho a la huelga, sino que también incumple la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, que la empresa ignora con la aparente complicidad del ministro Walter Correa y la burocracia sindical de Rodolfo Daer. “Esto no es por cuestiones económicas, Georgalos está exportando. Es una venganza por organizarnos”, explicó Maciel.

La movilización contó con un amplio respaldo de sectores obreros, estudiantiles y políticos, incluyendo Ademys, MadyGraf, y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), quienes destacaron la unidad como respuesta a la criminalización de la protesta. A pesar de la represión, los manifestantes resistieron y prometieron nuevas acciones, incluyendo cortes y asambleas, hasta lograr la reincorporación. “No vamos a parar hasta que se respeten nuestros derechos”, afirmó un delegado de la FTIA, mientras la caravana solidaria mantenía el reclamo en la colectora.

El conflicto en Georgalos expone la creciente tensión entre los trabajadores y las políticas de ajuste, reforzando la necesidad de una respuesta sindical unificada frente a la represión y la precarización laboral.


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