LA DECISIÓN AFECTA A FEDECAMARAS, OSTECF, OSAPMER Y LA OBRA SOCIAL VOLKSWAGEN ARGENTINA S.A., QUE DEBERÁN PRESENTAR PLANES DE CONTINGENCIA EN 15 DÍAS. LOS SINDICATOS ADVIERTEN SOBRE EL IMPACTO EN LA SALUD DE LOS AFILIADOS Y LA SOSTENIBILIDAD DEL SISTEMA.
La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) ha declarado en situación de crisis a cuatro obras sociales: la Obra Social Fedecámaras (FEDECAMARAS), la Obra Social de Técnicos de Fútbol (OSTECF), la Obra Social de Agentes de Propaganda Médica de Entre Ríos (OSAPMER) y la Obra Social Volkswagen Argentina S.A. La medida, publicada este martes 10 de junio de 2025 en el Boletín Oficial mediante distintas resoluciones, obliga a estas entidades a presentar un plan de contingencia en un plazo no mayor a 15 días, generando preocupación en el ámbito gremial sobre el futuro de la cobertura médica de miles de afiliados.
La declaración de crisis responde a auditorías realizadas por la SSS, que detectaron irregularidades e incumplimientos en las cuatro obras sociales, incluyendo demoras en pagos a prestadores, deficiencias contables y legales, y un factor de criticidad superior al límite establecido por el Decreto 1400/01 al 28 de febrero de 2025. Según los documentos oficiales, las gerencias del Comité de Evaluación y Seguimiento del Procedimiento de Crisis y Liquidación de los Agentes del Seguro de Salud supervisarán el cumplimiento de las medidas correctivas.
Desde el sector gremial, la noticia ha generado una fuerte reacción. La Confederación General del Trabajo (CGT) y otros sindicatos han expresado su inquietud por lo que consideran un paso más en el debilitamiento del sistema de obras sociales, pilar fundamental de la seguridad social argentina. “Esta declaración de crisis no solo pone en riesgo la atención médica de los trabajadores y sus familias, sino que también amenaza la sostenibilidad financiera de las obras sociales, que ya enfrentan una caída en los ingresos por la recesión económica y la desregulación del sector”, afirmó un representante sindical consultado por este medio.
Las obras sociales afectadas atienden a sectores específicos, como técnicos de fútbol, agentes de propaganda médica, trabajadores de Fedecámaras y empleados de Volkswagen Argentina. La crisis detectada incluye problemas estructurales, como la falta de presentación de memorias, estados contables y estados de origen y aplicación de fondos, según lo señalado por la Gerencia de Control Económico Financiero de la SSS. En este contexto, el Gobierno ha enfatizado que “no hay lugar para obras sociales ni prepagas que no tengan sus papeles en regla y ofrezcan un servicio de calidad”, según declaraciones oficiales.
El sector gremial advierte que esta medida podría ser el preludio de una liquidación de las obras sociales en crisis, como sugiere la Resolución 102/2025 de la SSS, que creó el Comité de Evaluación y Seguimiento de Crisis y Liquidación de los Agentes del Seguro de Salud. “La incorporación del término ‘liquidación’ en la normativa es alarmante. Parece un intento deliberado de desmantelar el sistema solidario de salud en favor de un modelo de mercado que beneficia a las grandes prepagas”, denunció una fuente de la CGT.
Además, los sindicatos han criticado la falta de medidas de apoyo para sanear las obras sociales en problemas, como se hacía en el pasado. En lugar de brindar asistencia financiera o técnica, el actual enfoque parece orientado a acelerar el cierre de entidades con dificultades, lo que podría consolidar un oligopolio de grandes prepagas y obras sociales, dejando a los afiliados con menos opciones de cobertura.
El impacto de esta declaración también se siente en los trabajadores afiliados, quienes temen por la continuidad de su atención médica. “Es inaceptable que los trabajadores, que aportan mensualmente al sistema, queden en la incertidumbre por la mala gestión o por decisiones políticas que no priorizan su bienestar”, señaló un delegado gremial de OSAPMER.
Mientras las obras sociales en crisis preparan sus planes de contingencia, el sector gremial exige al Gobierno un diálogo urgente para garantizar la sostenibilidad del sistema de salud solidario. “No podemos permitir que se desmantelen las obras sociales, que son un derecho conquistado por los trabajadores. Exigimos transparencia y soluciones concretas para proteger la salud de los afiliados”, concluyeron desde la CGT.
La situación será seguida de cerca por los gremios, que anticipan posibles acciones legales y movilizaciones si no se revierten las políticas que, según denuncian, atentan contra el sistema de seguridad social. Por lo pronto, las cuatro obras sociales tienen hasta finales de junio para presentar sus planes de contingencia, un plazo que el sector considera insuficiente para abordar problemas estructurales de fondo.