LA FRATERNIDAD AMENAZA CON UN PARO DE TRENES POR 48 HORAS

EL SINDICATO DE MAQUINISTAS DE TRENES, LA FRATERNIDAD, ESTÁ CONSIDERANDO UN PARO NACIONAL DE 48 HORAS LOS PRÓXIMOS 29 Y 30 DE JULIO, DEBIDO A LA FALTA DE AVANCES EN LAS NEGOCIACIONES SALARIALES CON EL GOBIERNO DE JAVIER MILEI. ESTA MEDIDA AFECTARÍA TANTO A LOS SERVICIOS DE PASAJEROS COMO DE CARGA, LO QUE GENERARÍA COMPLICACIONES SIGNIFICATIVAS PARA MILES DE USUARIOS DEL TRANSPORTE. 





El sindicato de maquinistas de trenes, La Fraternidad, se encuentra actualmente en el proceso de deliberación sobre la posibilidad de llevar a cabo un paro nacional de 48 horas. Esta medida de fuerza, que afectaría tanto a los ramales de pasajeros como de carga, está prevista para el próximo lunes 29 y martes 30 de julio. La decisión ha sido impulsada por la falta de avances significativos en las negociaciones salariales entre el sindicato y el Gobierno de Javier Milei.

El contexto de este conflicto es cada vez más complejo. A pesar de que aún no se ha emitido un comunicado oficial por parte del sindicato, hay expectativas e indicios de que la protesta se formalice en las próximas horas. La situación se torna crítica, ya que miles de usuarios del transporte podrían verse afectados por esta decisión. Por el momento, se considera que el servicio ferroviario funcionará con normalidad esta semana, pero la incertidumbre queda latente en el aire.

Este no es el primer episodio de conflicto entre La Fraternidad y las autoridades. En una situación similar, el gremio había anunciado una medida de fuerza el 25 de junio, la cual fue cancelada a raíz de la intervención de la Secretaría de Trabajo, que notificó una conciliación obligatoria. A pesar de la tensión y los constantes anuncios sobre potenciales paros, las últimas semanas han visto cómo estos se han esquivado gracias a estas conciliaciones.

El líder del sindicato, Omar Maturano, ha mantenido un discurso firme en defensa de los derechos laborales de sus miembros, destacando la necesidad de una mejora en las condiciones salariales que, para muchos, simplemente no son suficientes.

La posible realización del paro de 48 horas generaría repercusiones más allá del mero transporte, afectando el flujo de mercancías y el movimiento de las ciudades. Los usuarios del tren, que dependen de este servicio para sus desplazamientos diarios, también se verían impactados, generando así un clima de tensión tanto en las vías como en el ámbito social.


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