MILES DE TRABAJADORES UNIDOS EN PLAZA DE MAYO CONTRA LA REFORMA LABORAL ESCLAVIZANTE DE MILEI

EN UNA JORNADA HISTÓRICA DE LUCHA SINDICAL, LA CGT, CTA Y ORGANIZACIONES ALIADAS MOVILIZARON A DECENAS DE MILES DE TRABAJADORES EN RECHAZO AL PROYECTO OFICIAL QUE ATENTA CONTRA DERECHOS LABORALES CONQUISTADOS, ADVIRTIENDO SOBRE UN PARO NACIONAL SI AVANZA EN EL CONGRESO.




Buenos Aires, 18 de diciembre de 2025 – La Plaza de Mayo se convirtió hoy en el epicentro de la resistencia obrera argentina, donde miles de trabajadores, delegados sindicales y militantes de organizaciones sociales y políticas se congregaron para repudiar la reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei. Convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), junto a las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA) y gremios independientes, la movilización reunió a un frente unido en defensa de los derechos laborales, el trabajo digno y la justicia social.

Desde temprano, columnas de manifestantes comenzaron a concentrarse en puntos clave como Avenida de Mayo y Tacuarí, Perón y Carlos Pellegrini, avanzando hacia la plaza pese a un fuerte operativo de seguridad con más de 4.000 efectivos federales y cortes de calles. El gobierno aplicó su "protocolo antipiquetes" para evitar bloqueos totales, pero la masividad de la protesta –estimada en decenas de miles– obligó a desvíos en el tránsito del microcentro porteño. Gremios como la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) declararon un paro nacional, paralizando servicios estatales en Capital Federal y provincias, mientras que sectores combativos de la izquierda formaron columnas independientes para exigir un plan de lucha sostenido.

Los líderes sindicales, en un acto central, denunciaron la reforma como una "flexibilización esclavizante" que elimina indemnizaciones, precariza el empleo y desmantela conquistas históricas. Héctor Daer, Secretario del Interior de la CGT, advirtió: "Si no nos escuchan, vamos a paralizar el país con un paro general". Roberto Baradel, de SUTEBA, rechazó la medida como un ataque al sistema educativo y laboral, mientras Omar “Turco” Gómez, de Atiqyp Buenos Aires, enfatizó: "No estamos dispuestos a que atropellen nuestros derechos". La protesta también sumó voces feministas y de la juventud, destacando cómo la precarización impacta desproporcionadamente en mujeres y jóvenes.

Esta movilización surge en respuesta al ingreso del proyecto al Congreso para sesiones extraordinarias, impulsado por Milei y aliados empresariales, que busca "modernizar" el empleo pero, según los sindicatos, solo beneficia a grandes corporaciones a costa de los trabajadores. La dirigencia sindical, presionada por bases y la crisis económica, mostró instinto de supervivencia al convocar, aunque sectores combativos criticaron la demora en acciones previas.

La jornada culminó pacíficamente, con cánticos y banderas reivindicando un país con soberanía alimentaria y protección social. Desde el sindicalismo, este acto no es un fin, sino el inicio de una escalada: "La calle es nuestra, y defenderemos cada derecho conquistado", resumió un delegado. La CGT exigió al gobierno garantizar la integridad de los manifestantes, en un contexto de tensiones crecientes. Con esta fuerza unificada, los trabajadores enviaron un mensaje claro: no habrá retroceso sin lucha.


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