EL SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACIÓN DE TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA LECHERA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, HÉCTOR “ETÍN” PONCE, BRINDÓ IMPORTANTES REFLEXIONES SOBRE LA REALIDAD DE NUESTRO PAÍS
A la gente de a pie, a los pobres, algunos gobiernos, como
las religiones, suelen decirles que tengan esperanza y fe, que deben esperar.
Tal vez en cuestiones religiosas tal pedido se justifique porque es el sustento
que las sostiene, pero los gobiernos gobiernan a través de las decisiones que
toman y de las normativas legales que ponen en práctica y ejecutan, no es una
cuestión de fe. Se gobierna incluso para los ateos.
Si usted es administrador de un país sobreabundante en
producción de alimentos y paradójicamente tiene gente que está pasando hambre
algo anda mal, hay algo que no funciona. ¿Es tan difícil concluir en que en
este país hay una brutal concentración de la riqueza?
La solución para lograr una nación más justa y equitativa si
es que efectiva y verdaderamente esto se quisiera lograr, es mucho más simple
de lo que desde los gobiernos a través de sus pulpos comunicacionales nos
quieren hacer creer. Como en todo país decente los que más tienen deberían
aportar más, de forma tal que la distribución sea más equitativa. Tan simple
como eso. Repartir los panes.
Quizás parte de la solución pasaría por exigirle a cada
candidato como condición sine qua non, que para acceder a esos cargos tan
codiciados los mismos tengan que hacer una pasantía previa de idéntica cantidad
de tiempo al período de duración del puesto al que aspiran arribar en lugares
como El Impenetrable o en barrios carenciados y marginales, para que tomen
contacto con la realidad, caso contrario esto seguirá pasando, gane quien gane
como viene ocurriendo desde hace centurias en América Latina…¨Cinco siglos
igual¨.
GRANDES EMBUSTEROS
Si hay una virtud que tiene el poder es que cuenta en sus
filas con grandes macaneadores que tergiversan la realidad, siendo estas
macanas proporcionales al crudelísimo estúpido e irracional del ¨medio pelo¨
argentino, tal como diría don Arturo Jauretche. Y sabido es que cuando la
mentira se pone de moda, la verdad comienza a ser sospechosa.
Uno de los bolazos que el poder económico jugando por
derecha echó a rodar y la feligresía colonizada repite es: Hay que pagar la
fiesta. ¿Qué fiesta? Salvo que se refieran a la fiesta donde siempre vienen
participando los mismos pocos comensales y a la que el pueblo jamás ha sido
invitado. Salvo esa fiesta propiciada para el selecto grupúsculo de siempre,
otra fiesta no hubo.
Pero hay más, tanto le quemó la cabeza el poder de la
derecha a una gran parte de la población que resulta que ahora que ¨estamos
bien¨, la gente tiene que salir de apuro a vender los dólares que ahorraron
cuando ¨andaban mal¨. ¿Qué loco no?.
Las falsas consignas se multiplican, el poder arremete
porque se dio cuenta que tira bochazos y la gilada las adopta como verdades
irrefutables. El poder dice: el libre mercado, sin injerencia del estado,
precede las políticas de los países modernos y desarrollados del mundo.
¡Tomá para vos! Para meterles un cajón de limones a los
primos del norte tuvimos que hacer ¨vaquitas con San Antonio¨. Tratá de
venderles productos con valor agregado a los chinos o a alguna de las naciones
que se encuentra dentro de la órbita de la Comunidad Europea y me contás como
te va. Quédate tranquilo que si hay gobiernos que se inmiscuyen y protegen sus
intereses esos son precisamente los gobiernos de estados desarrollados y modernos.
Otra consigna que profieren a los cuatro vientos dice: hay
que achicar el estado, vamos a privatizar las empresas estatales porque son
altamente deficitarias. ¿Cómo? Si son deficitarias no debería haber oferentes
que quisieran quedarse con esos activos. ¿Cómo alguien va a querer comprar algo
que da pérdidas? Quizás lo que se quiere decir es que son deficitarias en manos
del estado.
Pero si vos te jactás de ser como gobierno muy buen
administrador. ¿Por qué no hacés uso de esos atributos que decís poseer? Hacés
que esas empresas comiencen a ser rentables de forma tal que las ganancias que
le quedarían al estado sean utilizadas para menguar los problemas socio
económicos de la población. ¿Se entiende?
Salvo para aquellas y aquellos que no quieran ver la realidad
que le cuentan sus propios ojos, sino lo que le transmiten los pastores de
turno a través de la TV o de las redes sociales, ninguna de las consignas que
se esbozan parecieran tener fundamentos sólidos que las hagan creíbles.
Y SIGUEN LAS MACANAS
El poder en nuestro país dice: ningún gobierno de un estado
desarrollado y moderno tiene injerencia ni participa de las actividades
comerciales que se generan. Eso está reservado a los capitales privados.
La feligresía domesticada baja la cabeza y repite muchas
veces el slogan para memorizarlo: ¨ningún gobierno de un estado desarrollado y
moderno tiene injerencia ni participa de las actividades comerciales que se
generan. Esto está reservado a los capitales privados¨. Amén.
Falso. Noruega tiene un IDH muy alto, ocupa el 2° lugar a
nivel planetario. El IDH es un índice elaborado por el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), que es utilizado para clasificar a los países
en tres niveles de desarrollo humano: esperanza de vida, educación e ingreso
per cápita.
El país escandinavo está ubicado entre los más ricos del
mundo, en el tercer lugar según su PBI per cápita. Posee atención médica
universal y un sistema de seguridad social ascendente e integral.
Sin embargo y contrariamente a lo que suele pregonarse en
estas tierras gauchas, el Estado Noruego es propietario de vastos sectores
considerados claves desde el punto de vista estratégico como lo son el
petróleo, el gas natural, el agua dulce, los minerales, la industria maderera,
la marisquería, etc.
Tomando una base per cápita Noruega es el mayor productor de
petróleo y gas natural del mundo sacando a Oriente Medio, siendo el petróleo un
activo estratégico que está en manos del estado a través de Equinor.
Posee uno de los índices de criminalidad más bajo del
planeta. La fuerte intervención estatal en la administración y el ordenamiento
de sus recursos genera muy bajos niveles de desempleo.
En el país de los fiordos la televisión abierta es
totalmente pública y del estado, no estando permitida la televisión privada en
canales abiertos. Del mismo modo internet, la radio y los trenes le pertenecen
también al Estado Noruego.
La educación es pública y totalmente gratuita en todos sus
niveles existiendo un ínfimo número de escuelas privadas. Un dato
significativo, el gobierno controla más del 31% de las empresas que cotizan en
bolsa con participación también en el resto.
Ejemplos como el de Noruega permanecen ocultos para los
habitantes de estas pampas donde habitan gauchos y chinas dispuestos a creerse
todo lo que desde el poder ultraderechoso se les diga.
Tan hábil han sido los que manejan la batuta financiera en
el mundo en general y en la Argentina en particular que lograron generar
trabajadores de derecha. ¡Trabajadores de derecha! ¡Qué al pedo ofrendaron sus
vidas Schwab, Lingg, Fisher, Fielden, Parsons, Spies, Neebe y Engel!
Complementariamente el poder ha creado un nuevo status
social al que ha dado en llamar ¨clase media¨. A partir del surgimiento de ésta
las y los trabajadores ya no se sienten en su condición de tal, sino que les ha
surgido la necesidad de arribar a la tan mentada y promocionada clase media.
Es más, a los profesionales que se graduaron en
universidades públicas les hicieron creer que no son trabajadores y que los
claustros donde se formaron los cinco Premios Nobel que dio Argentina son una
especie de letrina decadente a la que habría que arancelar para que solo puedan
estudiar aquellas y aquellos que tienen plata.
Cómo será el nivel propagandístico de la derecha que ha
logrado que muchos pelagatos recibidos en universidades públicas hoy aboguen
por un cambio arancelario.
Por estos días hay quienes dicen: ¨ ¡Esto no pasó nunca! ¨.
Lamento desilusionarlos, esto pasó siempre. Es una constante que sin solución
de continuidad se ha venido repitiendo en el tiempo en esta especie de
virreinato moderno.
JUVENTUD, DIVINO
TESORO
El poder ha conseguido que gran parte de la juventud que
otrora abrevara en las caudalosas aguas del conocimiento profundo hoy
desconozca nuestra propia historia y adhieran por ejemplo a la seudo teoría de
los dos demonios, sin advertir la ilegitimidad en que incurre un gobierno
cuando toma el poder por la fuerza.
Otro dato incontrastable; la mayoría de las y los 30 mil
desaparecidos tenían entre 18 y 30 años de edad cuando fueron secuestrados,
torturados, vejados y desaparecidos, la misma edad de las y los muchos que hoy
niegan el terrorismo de Estado.
Casualmente, por tener exactamente los mismos sueños,
ideales, frescura y rebeldía que tienen los jóvenes de nuestros días que
conservan la sana aspiración de que se construya un orden social nuevo, más justo.
Estos jóvenes dicen estar cansados de la vieja política y
tienen razón, pero es una pena que se hayan convertido en estandartes de lo que
dicen despreciar.
Hoy han constituido una especie de cabecera de playa donde
acaban de desembarcar los ejércitos del odio que representan el advenimiento de
una política mesozoica, que por cierto es aún más vieja que la vieja política
que los jóvenes dicen despreciar. Si esta no es la casta, ¿la casta dónde está?
La historia inexorablemente se repite. De generación en
generación. Desde la Semana Trágica, cuando ante el reclamo de los trabajadores
de los Talleres Vasena el ejército, la policía y grupos de ultraderecha armados
militarizaron la ciudad de Buenos Aires generando una represión sin precedentes
allá por enero de 1909 que dejó un saldo de cientos de muertos.
O la Patagonia Rebelde, aquella lucha protagonizada por los
trabajadores en huelga entre 1920 y 1922 que enlutó esa parte austral de
nuestro país con la sangre de más de 1.000 obreros asesinados y la reafirmación
de un modelo de explotación marcado por la hiper concentración de la propiedad
de la tierra, algo que nos sobrevive por estos días.
O los crímenes cometidos por la Argentine Quebracho Company,
La Forestal, que fueron de dos tipos: humano y ecológico. El primero lo
sufrieron los hacheros y obrajeros con sus familias. La historia de La Forestal
tiene cifras que nos eximen de mayores comentarios: en algunos de sus
asentamientos el 80 por ciento de los fallecidos no llegaba a los 35 años de edad.
El segundo estuvo signado por la tala indiscriminada del quebracho colorado
hasta su extinción total.
Las ausencias de políticas protectoras por parte de nuestros
gobernantes permitieron una y otra vez el saqueo y exterminio de las riquezas
de nuestro suelo. Esta parece ser una constante de nuestra historia.
Guardo para mí una
historia que suena en mi cabeza como una letanía y que se me presenta una y
otra vez con el devenir del tiempo.
Cierto día Eudoro
Santillán, que se quedó sin sueños cuando cerró el ramal ferroviario por
decisión política de aquel gobierno que él mismo votó porque no lo iba a
defraudar, pasado más de un tiempo prudencial y viendo que las promesas se
esfumaban, acodado en la vieja silla del patio se preguntó en voz alta: ¨A esta
altura de mi vida, digo yo ¿Qué debería esperar? ¨.
Eleonora, su compañera
de vida, cansada de alboradas sin soles le dijo como al pasar: ¨la muerte¨.
Eudoro, vencido por
los días sin mañanas la contempló con ternura y en silencio. Luego bajó la
cabeza y murmuró: ¨y si, la muerte es mejor que la nada¨… Cinco siglos igual.*
* Cinco siglos igual: León Gieco/Luis Gurevich
Fuente: Nuestra Voz
SUNCHALES, 27 DE
JUNIO DE 2024.-