LA DESREGULACIÓN DEL MERCADO AEROCOMERCIAL EN ARGENTINA REPRESENTA UNA AMENAZA PARA LA SUPERVIVENCIA DE AEROLÍNEAS ARGENTINAS, IGNORA EL CARÁCTER DE SERVICIO PÚBLICO DEL SECTOR AEROCOMERCIAL Y PODRÍA CONDENAR AL AISLAMIENTO A PROVINCIAS Y MUNICIPIOS, AFECTANDO EL DESARROLLO DE LAS ECONOMÍAS REGIONALES. ADEMÁS, ABRE LA PUERTA A ACUERDOS BILATERALES QUE PERMITIRÁN EL ACCESO DE MONOPOLIOS AERONÁUTICOS A LOS CIELOS ARGENTINOS. LOS SINDICATOS DEL SECTOR HAN RECHAZADO ESTA DECISIÓN, ADVIRTIENDO QUE EL OBJETIVO ES DESMANTELAR LA AEROLÍNEA DE BANDERA. TEMEN QUE LAS NUEVAS CONDICIONES DE COMPETENCIA PRESIONEN SOBRE EL CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS LABORALES Y COMPROMETAN LA SEGURIDAD AÉREA.
En un contexto de tensión entre el gobierno y los sindicatos del sector aerocomercial, la reciente publicación del decreto 599/24 ha desatado una nueva ofensiva contra la aerolínea de bandera, Aerolíneas Argentinas. Este decreto, que profundiza los lineamientos establecidos en el DNU 70/23, apunta a la desregulación completa del mercado aéreo y sus actividades complementarias, lo que podría derivar en el cierre de Aerolíneas Argentinas.
La medida elimina los pisos tarifarios y abre por completo el acceso a las rutas aéreas, aeropuertos y las asociaciones entre empresas privadas. Esto implica que nuevas compañías podrán ingresar al mercado de cabotaje, con la capacidad de ofrecer vuelos a precios más accesibles a destinos turísticos, lo que a priori generaría simpatía en parte del electorado.
Sin embargo, esta lógica desconoce el carácter de servicio público que tiene la aviación comercial en un país como Argentina, con una vasta extensión territorial. Aerolíneas Argentinas ha operado bajo un sistema tarifario que subsidia a los destinos deficitarios con los ingresos de las rutas rentables, garantizando así la conectividad de todo el país.
La desregulación pone en riesgo este modelo, al permitir el acceso irrestricto de grandes monopolios aeronáuticos a las rutas internas más rentables, dejando a las provincias y municipios más apartados en el aislamiento y coartando el desarrollo de las economías regionales.
Asimismo, el decreto habilita acuerdos bilaterales que abren los cielos argentinos a estas compañías, que podrán elegir a su conveniencia las rutas que ofrecerán. Esto, sumado a la simplificación de trámites, podría comprometer la seguridad aérea y facilitar el transporte ilegal de personas y mercancías.
Los sindicatos del sector, como APLA y APTA, han rechazado firmemente esta decisión, denunciando que el objetivo final es el desmantelamiento de Aerolíneas Argentinas. Advierten que la desregulación permitirá a los monopolios practicar el "dumping", es decir, bajar artificialmente los precios para hacer quebrar a la competencia y luego elevar los costos a su antojo.
En definitiva, la nueva normativa aerocomercial parece apuntar al cierre de Aerolíneas Argentinas, una empresa que, más allá de su rentabilidad, cumple un rol social y turístico fundamental al garantizar la conectividad de todo el país. La batalla entre el gobierno y los sindicatos por el futuro de la aerolínea de bandera se perfila como uno de los conflictos clave en la agenda política.