MILES DE INVESTIGADORES, DOCENTES Y ESTUDIANTES SE MOVILIZARON AYER AL POLO CIENTÍFICO TECNOLÓGICO EN BUENOS AIRES, DENUNCIANDO UNA CAÍDA DEL 34,7% EN LOS SALARIOS Y EL BLOQUEO DE INGRESOS AL CONICET, EN UN CONTEXTO DE AJUSTE PRESUPUESTARIO QUE AMENAZA LA INVESTIGACIÓN NACIONAL.
Ayer, 28 de mayo de 2025, más de 3.000 científicos, investigadores, docentes, estudiantes y jubilados se congregaron en una histórica marcha hacia el Polo Científico Tecnológico en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, convocada por la Red Argentina de Investigadores y Científicos por el Trabajo (RAICYT) y apoyada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y otros gremios. La movilización, que se replicó en ciudades como Mar del Plata, Rosario y Córdoba, tuvo como objetivo visibilizar la crisis que atraviesa el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) debido al desfinanciamiento, la caída salarial y la parálisis de proyectos de investigación.
La protesta se centró en el drástico ajuste presupuestario que ha congelado los fondos destinados a la ciencia, bloqueando ingresos de nuevos investigadores y becarios al CONICET y afectando la continuidad de líneas de investigación. Según datos de RAICYT, los salarios de los investigadores han perdido un 34,7% de su poder adquisitivo, situándolos por debajo de la línea de pobreza en muchos casos. “No podemos trabajar sin recursos ni sueldos dignos. El gobierno está provocando una fuga de cerebros y destruyendo el sistema científico nacional”, denunció un representante de ATE durante el acto central.
En un gesto simbólico, muchos manifestantes se vistieron como personajes de El Eternauta, la icónica obra de ciencia ficción argentina, para graficar el “exterminio” de la ciencia bajo las políticas de ajuste del gobierno. Los carteles con consignas como “Más científicos, menos ajuste” y “La ciencia no se negocia” reflejaron el malestar de un sector que ve peligrar décadas de avances en investigación.
La movilización también señaló la inacción de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, que no ha ejecutado créditos internacionales ya otorgados, agravando la crisis de financiamiento. “El presupuesto para ciencia está congelado, y los proyectos están paralizados. Esto no solo afecta a los investigadores, sino al desarrollo del país”, afirmó un portavoz de RAICYT.
En el interior del país, las protestas tuvieron eco en centros científicos clave. En Mar del Plata, científicos locales denunciaron el impacto de la “fuga de cerebros” y la falta de recursos para laboratorios. En Rosario, se sumaron estudiantes universitarios, quienes destacaron la conexión entre la crisis de la ciencia y la educación pública. La Defensoría del Pueblo y otras organizaciones sociales expresaron su apoyo, exigiendo al gobierno una mesa de diálogo para revertir el desfinanciamiento.
Desde los gremios, se llamó a articular un plan de lucha más amplio, proponiendo un paro general de 36 horas para visibilizar la gravedad de la situación. “La ciencia argentina es un pilar del desarrollo nacional, y no permitiremos que se desmantele”, enfatizó la Junta Interna de ATE-CONICET. Los trabajadores también criticaron las políticas del gobierno de Javier Milei, a quien acusan de priorizar el ajuste fiscal por sobre la inversión en ciencia y tecnología.
La jornada culminó con un acto frente al Polo Científico, donde se anunció la conformación de un Comité de Lucha para coordinar futuras acciones. Los científicos y gremios reafirmaron su compromiso con la defensa de la ciencia pública y convocaron a la sociedad a sumarse a esta lucha, alertando que el desmantelamiento del CONICET no solo afecta a los investigadores, sino al futuro del país. “Sin ciencia no hay soberanía”, fue el mensaje que resonó en las calles, marcando un punto de inflexión en la resistencia del sector científico frente al ajuste.
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